Soy tu primera vez, Laurie Elisabeth Flynn

Soy tu primera vez, Laurie Elisabeth Flynn

Traductora: Elia Maqueda

Editorial: Roca

334 páginas

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Con un nombre extranjero y una familia que la tiene completamente olvidada (no conoció a su padre y su madre nunca habla con ella), Mercedes ha decidido ayudar a todas las chicas del instituto en su camino hacia la pérdida de la virginidad, y evitar así que tengan una primera vez patética. ¿Cómo? Convirtiéndose ella misma en la «la primera vez» de todos esos chicos que están a punto de hacerlo con sus novias. Evan, Tobby, Jeremy... Mercedes parece obsesionada con la idea de que toda chica tiene que tener una primera vez perfecta y sin «riesgos».

Aunque la idea de Mercedes era que no pasaría de cinco chicos, llega a diez y en estos momentos se está acostando con el doce. Lo que al principio creía que era una acto de ayuda para que otras chicas no sufriesen lo que ella sufrió, se le va de las manos. Entonces se reencontrará con Zach, y Mercedes descubrirá que los sentimientos pueden ser más fuertes de lo que creía y que a veces es conveniente poner límites para poder vivir en libertad.

(Sinopsis de la editorial)

Qué poco sabía de esta novela y tengo que decir que también era poco lo que me atraía. Sin embargo, me alegra que saliera elegida en la lectura conjunta, porque me ha gustado poder leerla. Tal vez sean las bajas expectativas que tenía y las reseñas más bien malas que he leído lo que ha hecho que, en general, no me haya parecido una mala lectura. Tiene varios aspectos que no me han gustado, un par de detalles que me han sacado de quicio y no es una historia para recordar, pero sí que es una buena lectura para el verano (que es cuando la he leído), ligera y entretenida, y tiene unos personajes secundarios muy interesantes.

Lo primero que pensé al comenzar el libro fue: «¿En serio? ¿En serio Mercedes se cree que hace lo que hace para ayudar a los chicos, pero sobre todo para ayudar a las novias? ¿En serio piensa que les está haciendo un favor?» ¡Venga ya! Eso no me lo trago, por mucho que al final de la historia explique cuáles son los motivos que creía reales y cuáles los de verdad. Pero, sinceramente, no sé si es peor que Mercedes crea que ella lo que hace es ayudar o que lo crean los vírgenes. Entre tener una primera vez que sea un desastre con la persona a la que quieres o tener una primera vez estupenda con tu pareja que previamente se ha estrenado con otra chica simplemente para saber cómo actuar contigo (vaya, que te ha sido infiel), ¿qué puede preferir una persona? A mí no me venden la moto, y la excusa tonta de voy a acostarme con Mercedes para que me enseñe a darle una primera vez maravillosa a mi novia a la que tanto quiero no me la creo. Así que si empezamos con una idea principal que, para mí, no tiene ni pies ni cabeza, mal empezamos. Vale, vamos a olvidarnos de eso para disfrutar de la lectura, ¿pero cómo hacerlo con una protagonista que en prácticamente cada capítulo se pone a decir, primero, «este es el último, de verdad, no habrá más...» y después «soy un monstruo, no merezco tener amigos, nadie debería de hablarme, soy lo peor...». Ay, Mercedes, ¡qué cansina eres! Pero bueno, olvidémonos también de ese detalle, ¿vale? Porque si lo conseguimos, ahora sí, tenemos una historia que no está mal, que va mejorando conforme avanzas y con un par de misterios que te harán querer seguir leyendo. Por un lado, la incógnita de qué le ha pasado a Mercedes para actuar así. Un detalle lo sabemos, y es tener la madre que tiene, y el otro lo intuimos, que tuvo una primera vez horrorosa con un hombre llamado Luke, ¿pero qué sucedió realmente? Vale, esto puede justificar en parte su forma de actuar con los vírgenes y su soledad autoimpuesta, pero no. Por otro lado, el misterio que entraña Faye, la chica nueva que ha llegado al instituto.

Lo mejor de la novela para mí tiene nombre; en realidad, dos nombres: Zach y Faye, los dos amigos de Mercedes, aunque ella, que es una drama queen, no los quiera considerar como tales. Zach es un dulce, un niño bonito al que dan ganas de abrazar y no soltar nunca. Está loquito por Mercedes, pero ella no quiere entenderlo, o no quiere verlo. Me ha encantado Zach, pero también tengo que decir que es el típico chico que la autora se encarga de hacer perfecto en todos los aspectos para que el lector se enamore de él con la pega de que lo hace totalmente irreal. Zach no existe en la vida real, porque no creo que exista nadie que aguante los desplantes de Mercedes y aun así siga esperándola y tratándola como si fuera una princesa. Pobre Zach, que no hace más que recibir malos gestos, malas palabras, y sigue ahí. Faye, por el contrario, es una chica con carácter y dispuesta a ayudar a Mercedes hasta el punto de perjudicarse a ella misma. Faye es genial.


¿Qué tiene Soy tu primera vez entonces para que merezca una oportunidad? Es la novela adecuada si lo que buscas es pasar un rato entretenido, si quieres una lectura rápida y sencilla. Desde luego con estas características hay novelas mejores, pero el caso es que Soy tu primera vez tiene varios mensajes que, una vez terminado el libro, te dejan con el runrún en la cabeza. No obstante, estoy bastante segura de que no es una historia que vaya a recordar mucho tiempo.