Londres después de ti, Jara Santamaría

Londres después de ti, Jara Santamaría

Editorial: Plataforma Neo

234 páginas

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Algunas personas, las que verdaderamente importan, aunque se marchen, nunca se van. 

Tras un año separados, Naira y Jarek deciden irse a vivir juntos a Londres, la ciudad en la que se conocieron durante su Erasmus. El problema es que la carrera de pianista de Jarek despega en la República Checa justo cuando deben partir, y él se ve obligado a aplazar el viaje. Pero Naira decide instalarse en Inglaterra de todas formas y empezar una nueva vida mientras lo espera.

Sola, sin más compañía que los recuerdos de su pasado con Jarek, Naira deberá enfrentarse a la ciudad gris y neblinosa. Encontrar piso, conseguir un empleo, hacer nuevos amigos... Y no menos importante: averiguar si la distancia es un obstáculo para amar.

(Sinopsis de la editorial)

Llevo varios minutos delante del ordenador pensando en cómo comenzar esta reseña, cómo hablar de este libro, cómo expresar con palabras lo mucho que me ha gustado. Lo primero que quiero decir es que alucino con las reseñas que han ido saliendo de la novela. Me cuesta mucho comprender por qué un libro que a mí me ha gustado con tanta intensidad ha dejado a tanta gente indiferente. Para mí este es un libro de cinco estrellas, de los que seguramente se cuelen en mi lista de finales de año de mejores lecturas del 2016. ¿Por qué, entonces, leo opiniones que dicen que es uno más entre muchos del mismo estilo, si para mí cuenta una historia que sí, nos resulta familiar, pero con un entorno diferente, con unos problemas diferentes y, sobre todo, con un planteamiento diferente (no el de que el amor lo puede todo, sino el de que el amor, a veces, no es suficiente)? ¿Por qué la gente dice que el estilo tampoco es nada del otro mundo cuando a mí me parece que es precisamente el estilo lo que hace que esta novela sea tan maravillosa?

Londres es una ciudad especial. No podría decir jamás que soy una persona que ha viajado muchísimo, pero sí puedo afirmar que no he viajado poco. Conozco muchos lugares, he visitado ciudades magníficas. Y, sin embargo, mi lugar preferido en el mundo (a día de hoy) es Londres. Esa ciudad para mí es especial por muchas razones y fue ese el motivo que animó a leer la novela. Naira conoció a su pareja de Erasmus, una experiencia que yo también viví (no la de conocer a mi pareja ahí, sino irme de Erasmus) y ahora se tiene que enfrentar a la distancia y el vacío que deja esa experiencia. Conozco esa sensación, la de vivir fuera cuando eres muy joven y tener que regresar después a tu vida. He vivido ese vacío, esa sensación de no pertenecer a ningún lugar, de querer estar allí, aquí y en ningún lugar en particular. El vivir libre de ataduras y tener que regresar a la rutina de rendir cuentas, de depender, de enfrentarte a lo conocido y aburrido. Pero también el tener la sensación de que aunque el lugar sea el mismo, la situación no lo es: no es lo mismo irte a un país extranjero a estudiar con una beca que irte a trabajar; no puede ser lo mismo. Tal vez sea eso lo que me haya gustado tanto de este libro, el sentirme tan identificada con Naira en tantas cosas, aunque no en el aspecto que mueve esta historia: el amor. El no saber lo que quieres, el no querer lo que sabes, el querer ser feliz por encima de todo pero no lograrlo por esa convicción de que tienes que agradar a todo el mundo, cuando bien sabes que nunca llegará ese momento a menos que dejes escapar tus sueños y vivas la vida de tus padres, que nunca podrá ser la tuya. Qué bien nos cuenta Jara Santamaría que tenemos que ser valientes y librarnos de las ataduras y vivir y volar y ser felices; al final, aunque los decepcionemos, nuestros seres queridos nos entenderán, o, al menos, nos respetarán.

Naira no es un personaje perfecto, es la típica chica que en otra novela, en otra historia, tal vez me hubiera empujado a decir que es débil, que es demasiado pazguata, que tiene que espabilar. En esta historia, sin embargo, me parece auténtica, y sí, puede ser porque me veo a mí en ella en algunos aspectos de su vida. Es una chica insegura que se aferra a una persona que está claro que no puede hacerla feliz. No es eso, no, es más bien que pertenecen a mundos diferentes y, aunque el amor sea inmenso, hay situaciones en las que eso no basta, por mucho que duela, por mucho que cueste. Nunca hay que perderse a uno mismo por conseguir a otra persona. No es justo para ninguno de los dos. Londres después de ti tiene un tono muy triste, toda la historia lo es, y la forma de escribir de Jara Santamaría, con tanto sentimiento hace que el lector sienta con más intensidad la historia, que la experimente, que duela. Ha sido capaz de romperme el corazón.

No obstante, no es íntegramente una historia triste, por mucho que el trasfondo sí lo sea. Londres después de ti cuenta con una ambientación inmejorable (aunque me hubiera gustado que se presentaran más lugares de la ciudad, que Londres fuera un personaje más y no solamente una ubicación) y, aunque la historia pueda parecer desesperanzadora, si escarbas un poco, ves que no lo es tanto. Olvidémosnos de los sentimientos de Naira, cerremos el libro una vez finalizado y pensemos en lo que hemos leído. Efectivamente, si lo miramos con otros ojos, encontramos que, aunque haya baches en el camino, se puede ser feliz una vez que conseguimos querernos a nosotros mismos y dejar los miedos atrás y vivir nuestra vida y no la de los demás. Sí sé por qué a la gente no le ha gustado esta novela tanto como a mí, creo haberlo comprendido: Londres después de ti es una novela que hay que vivir para poder disfrutar, una historia que hay que entender, y no creo que un adolescente llegue a percibir en ella los matices que sí descubre un adulto.


Qué bonito, qué dulce, qué poético escribe Jara Santamaría, y qué historia más maravillosa me ha regalado. Como bien explica en el libro con la teoría de la gota de agua, hay ocasiones en las que con pequeños detalles puedes cambiar a una persona; con un libro, por ejemplo, pues al recomendar una lectura que a ti te ha cambiado logras cambiar a otro. Londres después de ti es eso y más.