Aloha, baby, Laura Morales

Aloha, baby, Laura Morales

Editorial: Kiwi

320 páginas

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Elena Bennett es una joven y conocida escritora que gozaba de un gran éxito hasta que las críticas destrozaron su última novela. 

Ahora está sumida en una depresión a causa de las destructivas reseñas y su horrible vida amorosa. Por suerte, el cambio viene de la mano de su prima y casi hermana, Jane, que le insiste en que lo deje todo y se vaya con ella a Maui. 

Lena no sabe qué hacer, así que, cansada de sus fantasmas, accede a viajar al increíble archipiélago de Hawái, donde vivirá mil y una aventuras, entre ellas toparse con Nalu, un increíble surfista nativo —y para qué negarlo, un poco bruto y muy sexy—, que le hará la vida imposible.

(Sinopsis de la editorial)

Aunque no estoy segura de si me gusta o no, es indudable que la cubierta de esta novela es llamativa  y, cuando menos, te incita a acercarte a leer algo más sobre ella. A mí, sin embargo, lo que más me atrajo de Aloha, baby era el lugar donde se desarrolla la historia: Hawái. Ahora que comienza a hacer calor y que se acerca el verano, empieza a apetecerme leer historias más bien ágiles y sencillas, románticas, frescas, divertidas. Así pensaba que sería Aloha, baby, y la verdad es que, aunque no es un novelón y tiene varios aspectos que no me han convencido del todo, la historia es muy entretenida y tiene su encanto.

Como prefiero terminar con lo bueno, voy a comenzar enumerando los detalles que no me han gustado de esta novela. 1. Lena, la protagonista. En serio, esta chica es insoportable. Entiendo que está pasando por una situación delicada, que la depresión es una enfermedad atroz, que no se fía de nadie, pero ¿en serio hay que ser tan bipolar?, ¿tan ahora sí quiero pero enseguida lo pienso mejor y la verdad es que no te creo, o no confío en ti, o no sé lo que quiero? Hay un aspecto en la recta final del libro que no me convence para nada, uno relacionado con su relación con Nalu, la confianza (o ausencia de ella) que tiene en el chico. 2. En ocasiones, los diálogos se me hacían bastante artificiales. Creo que no he leído nunca una historia en la que aparezca más veces la frase «te lo ruego». 3. Siento que en la parte final hay una gran incoherencia. SPOILER: Si Lena es una de las sospechosas del asesinato, ¿cómo van a permitir que coja un avión y se vaya? Que yo sepa, en estos casos lo primero que te dicen es te mantengas localizable y que no salgas del país FIN SPOILER.

-Has roto todos mis esquemas... -dijo, dando un paso hacia él. -Pues déjame trazar un nuevo camino por donde podamos avanzar juntos. -Nalu acarició con suavidad su pálido rostro. Se moría por besarla una vez más; el sabor de sus labios se había convertido en una droga para él. -¿Y hacia dónde nos guiará? -Me importa una mierda dónde ir mientras pueda hacerlo contigo.

Dicho todo esto, hay otros tantos aspectos de la historia que sí me han gustado. Aunque la trama no sea original y la historia sea muy sencilla, es encantadora. Es una novela muy ágil, romántica y fresca, una apuesta estupenda para el verano. Por otra parte, la ambientación es, sin duda, el plato fuerte. ¿No es maravilloso encontrarse, aunque solo sea por medio de un libro, en las fantásticas playas de Maui (Hawái)? He estado viendo fotografías de los lugares que aparecen y esto ha conseguido que disfrute mucho más de la historia. Además, me encanta que la autora incluya tantas leyendas y tantos datos exóticos. He disfrutado de la historia romántica, a pesar de que me parece algo precipitada (se desarrolla en una semana y el chico se enamora enseguida) y, aunque me hubiera encantado saber más de Nalu, este me ha parecido un buen personaje. El final es cerrado, pero hay algunos hilos que quedan sueltos, sobre todo en lo referente al qué pasará a partir de ahora; no me extrañaría que hubiera segunda parte y la verdad es que tampoco me importaría, estaría encantada de leerla.

Aloha, baby es una novela sencilla, fresca y muy entretenida. No cuenta una historia original, pero la sensación que queda una vez finalizada es agradable y la ambientación es de ensueño. Puede que resulte un poco empalagosa por el exceso de declaración romántica, pero también es cierto que tengo unas cuantas citas marcadas que me han encantado.