Los descazadores de especies perdidas, Diego Arboleda y Raúl Sagospe

Los descazadores de especies perdidas, Diego Arboleda y Raúl Sagospe

Editorial: Anaya

256 páginas

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En los años del vapor existió un tipo de gente excepcional que nunca aparece en los libros de historia. No fueron reyes ni reinas, aunque compartieron época con grandes mandatarios, generales e incluso emperadores.

Ancianos como el señor Bisiesto y jóvenes artistas como el dibujante Benvenuto Farini o Zazel, la mujer bala; dinastías de inventoras como las geniales científicas Vapour y espías incansables, implacables y hasta invisibles, como Mao Tou Ying. Todos ellos excepcionales, todos ellos ilustres y todos, también, olvidados.

Pero, a veces, el azar reúne en un mismo lugar a varias de estas personas destinadas al olvido. Y, cuando esto sucede, puede surgir lo extraordinario.

Solo así se explican los hechos narrados en estas páginas. Cómo la invención del primer automóvil a vapor, creado por monsieur Cugnot en 1769, pudo desembocar ciento cincuenta años más tarde en la más extravagante hazaña de la ciencia moderna.

Son muchos los personajes que contiene esta galería ilustrada, pero aquel que lea este libro no olvidará nunca a tres de ellos, una niña-genio, un despistado fotógrafo y un lord inglés: los descazadores de especies perdidas.

(Sinopsis de la editorial)

Me ha encantado este libro por muchas razones: la primera es por las historias, que son divertidísimas, que esconden más de lo que a simple vista puede atisbar un niño (porque, supuestamente, este es un libro infantil), que hablan de la extinción de los animales, de la capacidad de la mujer para ser importante, de las guerras. Además, aunque es un libro de relatos, todos ellos están relacionados, y hasta esas letras acerca de los animales cobran sentido en la historia final.

La segunda, por los protagonistas, o debería decir las protagonistas, porque, en este libro, los personajes más importantes son mujeres, y no son damas en apuros ni chicas deseando encontrar el amor, no, son inventoras, ¡y de las buenas! Toma ya, varones del mundo, que pensáis que las mujeres no valen para según qué cosas.

La tercera, por todo lo que he aprendido, y es que cada capítulo empieza con un pequeño recuadro que te ofrece información sobre un animal que la humanidad se ha encargado de extinguir y me he descubierto buscando más acerca de todos ellos.

La cuarta, por las ilustraciones, ¡que son muy simpáticas y graciosas! Y no solo eso, tengo que contaros que este libro no es como el típico ilustrado que tiene un dibujo por capítulo o cada muchas páginas, en este libro hay muchísimas ilustraciones, está a todo color y prácticamente hay imágenes en cada página.


Los descazadores de especies perdidas es un libro genial que tienen que leer tanto adultos como niños, no tiene edad. Habla de muchas cosas y de cosas importantes, y se expresa a través de un lenguaje sencillo y divertido, y unas ilustraciones muy simpáticas. Estoy encantada.