El niño que se olvidó de dormir, Rush Smith

El niño que se olvidó de dormir, Rush Smith

Editorial: Alfaguara

207 páginas

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¿Hasta qué punto un niño puede tener miedo de sus propias pesadillas? ¿Cuánto tiempo sería capaz de aguantar sin dormir? ¿Quién cuida de los más pequeños mientras están con sus más terribles miedos?

Rush Smith es un apasionado de las historias. Siempre conectado, ha conseguido que las suyas hayan llegado a cientos de miles de personas a través de su canal de Youtube.

Cuando era pequeño, tenía miedo a los monstruos. En este libro escribe sobre ellos.

(Sinopsis de la editorial)

Me pongo la canción en youtube y me dispongo a escribir la reseña de un libro que seguro que a mucha gente sonará, y es que su autor, Rush Smith, no es precisamente desconocido. En la era de Youtube, ha aparecido una nueva moda: que todo aquel youtuber capaz de escribir publique un libro. Vamos a la librería y nos los encontramos a porrón, igual en las ferias del libro, donde las colas más largas ya no son de los escritores de nuestros libros favoritos, sino de personas que se han hecho famosas por ponerse delante de una cámara a contar su vida. Estoy muy lejos de criticar esto, pues yo misma soy consumidora de youtube, pero eso no quiere decir que vaya corriendo a comprar los libros de las personas a las que sigo. Con Rush Smith la cosa es diferente, y no es porque el muchacho me guste más que el resto, sino porque yo empecé a seguirlo cuando contaba historias en su canal, a mí me ganó con eso, y aunque ya no lo haga tanto, sé que imaginación tiene. Es como me pasó con el libro de Dani Rovira, que lo compré porque, aunque famoso, Rovira es un narrador de historias, en su caso en forma de monólogo.

El niño que se olvidó de dormir me atrajo, además, por el booktráiler y por la pinta de cuento infantil tétrico que tiene, del estilo de Un monstruo viene a verme (una de mis novelas preferidas), de Los mundos de Coraline, de Tim Burton en general. Sin saber nada del libro, tan solo por el tráiler y la cubierta ya me lo imaginaba así. Y no me equivocaba. Este libro cuenta una serie de relatos cortos, en realidad pesadillas, que tienen un toque macabro, muy grotesco. No son cuentos infantiles (aunque puedan parecerlo), en ellos hay sangre, muertes muy desagradables, escenas bastante tétricas. No es un libro de terror, pero puede darlo, porque aunque leer las historias no parece dar mucho miedo, otra cosa es soñarlas, y yo soy una cagueta, y también me daban miedo los monstruos cuando era pequeña, y me metía en la cama con los ojos como platos y el corazón desbocado, y me daba miedo que a mitad de la noche salieran unos brazos de debajo de la cama. Yo me creía todas esas historias infantiles de pesadillas. Lo que os digo, siempre he sido una cagueta, así que no me imagino leyendo este libro con veinte años menos y durmiendo tan tranquila.

Hay doce relatos en el libro y, como es natural, no todos son igual de buenos. Hubo uno que no entendí hasta que llegué al último, y es que la sorpresa del pastel es que, aunque los relatos sean totalmente distintos y también los personajes, hay al final una historia que los une y explica qué es lo que pasa y el por qué de tantos horrores. Me gustan los libros de relatos, pero me ha gustado todavía más que el autor los relacione como lo ha hecho. El niño que se olvidó de dormir desborda imaginación, la edición está muy cuidada, las ilustraciones (una por historia) tienen ese mismo tono oscuro que los relatos y la única pega que podría ponerle es que me he encontrado algunas erratas, una pena, porque el Rush Smith escribe muy bien, sabe contar historias y se le da genial. Estoy encantada.


No soy muy de ir comprando libros de famosos porque en la mayoría de los casos son encargos editoriales tan solo para vender y carecen totalmente de calidad. El libro de Rush Smith, sin embargo, me atrajo mucho desde el principio, tanto por la estética del libro como por la imaginación que he podido comprobar que tiene el autor gracias a sus antiguos vídeos de historias. El niño que se olvidó de dormir tiene doce historias, en general, buenas y originales; está muy bien escrito; y cuenta con unas ilustraciones muy atractivas. Totalmente recomendable por mi parte.