Por amor al arte, Sharon Biggs Waller

Por amor al arte, Sharon Biggs Waller

Traductora: Beatriz Vega López

Editorial: Libros de seda

416 páginas

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Bienvenidos al mundo de una riqueza fabulosa en el Londres de 1909, donde los vestidos y las casas rebosan opulencia, la clase social a la que se pertenece lo es todo y las mujeres son educadas para ser madres y esposas, pero nada más. Y en este mundo crece Victoria Darling, una muchacha de diecisiete años que lo único que desea es ser artista, algo casi imposible para una chica.

Tras un posado desnuda, es expulsada del colegio francés en el que estudiaba. Avergonzados y escandalizados, sus padres tratan de casarla con Edmund Carrick-Humphrey, un hombre muy rico. Pero ella tiene otras ideas: se inscribe en el Royal College of Art; se une al movimiento sufragista y, cada vez más, se siente atraída por un muchacho humilde que tal vez sea algo más que su ídolo… el amor de su vida.

(Sinopsis de la editorial)

Hacía tiempo que no cogía un libro y lo leía del tirón; que no sentía esa necesidad vital de seguir leyendo; que no me sucedía que estaba en otro lugar pensando en el libro. Por amor al arte lo ha conseguido y, nada más que por eso, para mí ya es un diez, porque ¿qué mejor que eso te puede hacer sentir un libro? Lo descubrí por casualidad, lo empecé a leer sin saber qué me encontraría y lo tuve que dejar de lado por motivos laborales. No obstante, cuando lo volví a coger, me lo leí de un tirón y en un par de días. Y no es un libro corto.

Voy a empezar por la trama. Por amor al arte es un libro romántico histórico, catalogado como juvenil. La historia se sitúa a principios del siglo XX y el tema predominante es el de la lucha de las sufragistas. Estamos en Londres, en una época en la que la mujer no es considerada apta para muchísimas cosas, tan solo para cuidar de su marido, satisfacerlo, tenerlo contento, encargarse de la casa y tener hijos. No obstante, algunas mujeres ya empiezan a movilizarse y tenemos en esta novela una lucha por parte de ellas por conseguir lo que a día de hoy nos parece normal, el derecho a voto, el derecho a ser consideradas como los hombres, el derecho a estudiar, a formarse y a ejercer su profesión. Vicky, la protagonista, es una joven de una familia de clase media alta que cuenta con todos los lujos que pueda querer, pero que no tiene lo que realmente desea: la posibilidad de formarse y de dedicarse al arte. Este deseo la lleva a conocer, de forma casual, a algunas sufragistas y a empezar a relacionarse con ellas, aunque con reservas, pues ella no quiere meterse en líos. También podemos descubrir aspectos interesantes de la sociedad de la época: la importancia de la moda, la aparición del teléfono, los primeros automóviles, la presentación en sociedad de las jóvenes, los bailes. La autora, además, se ha basado en personajes reales para crear a muchos de los que hay en la novela, algo que menciona al final de esta.

-[...] ¿Qué le parecería poder amar a quien quisiera en lugar de tener que casarse con la persona que sus padres han elegido para usted? ¿No sería fantástico llevarle a casa y decir: «Madre, padre, este es mi novio y si no les gusta, ¡pues mala suerte! No necesito su dinero ni el de nadie, ni siquiera el de mi marido, porque gano mi propio dinero»?

En cuanto a los personajes, me parece que esta historia tiene algunos muy interesantes. Si empiezo por Vicky diré que, como protagonista, me ha gustado. Tiene sus cosas y puede resultar egoísta en muchas ocasiones, pero en general me ha gustado. La autora ha querido centrar a su protagonista en un objetivo laboral y no romántico, lo que me parece bien dado el contexto de la novela. Vicky quiere ser artista y hará lo que sea para conseguirlo, aunque ello suponga renunciar al amor y casarse con alguien a quien no desea. Y ese es también el inconveniente que le veo a la protagonista, que a veces dan ganas de zarandearla, de decirle que deje de pensar en ella y piense también en los demás, que se interese por algo más que no sea solo el arte. Will, el personaje masculino, es encantador. Un hombre trabajador, de clase obrera que trabaja como policía para poder malvivir. Es honesto, amable, tolerante y muy buena persona. Está a favor del movimiento sufragista y como policía intenta ayudar en lo que puede a las mujeres. Es todo un caballero, a pesar de no ser una persona de posibles. Además de los protagonistas, tenemos a los familiares de ella, entre los que destacaré a la madre, una víctima más de la época, que puede resultar insufrible, pero que si se la mira con lupa y se va más allá, se puede descubrir que no tiene mal corazón; y a Freddy, el hermano leal y amigo que cualquier dama de esa época desearía tener. También está la sobrina de Vicky, de la que he leído que la autora quiere hacer una novela nueva. Entre las sufragistas hay muchas que destacan, aunque mencionaré a Lucy, un gran apoyo para Vicky y una mujer de valores; y a Sophie, su doncella, amiga y confidente. Por último, mencionaré a Edmund, el prometido de Vicky, pero en esta ocasión como un personaje que no me ha gustado. Es un recurso muy sencillo desvalorar al personaje masculino que sobra para que el lector se ponga de parte del otro chico, y la autora nos presenta, desde el inicio, a un Edmund bastante agradable por el que el lector puede sentir simpatía, para después ir descubriendo su verdadera cara.

Me ha gustado también de este libro el lugar donde transcurre la historia, Londres, que es una ciudad de ensueño, y me parece que, además, Por amor al arte tiene un ritmo muy constante. Me enganché enseguida a la historia y la mitad del libro me la leí de un tirón, sin poder parar. Hacía tiempo que no me sucedía. Repito: de diez.


Por amor al arte lo tiene todo: una trama histórica muy, muy interesante; unos personajes muy bien perfilados que enseguida se ganan la simpatía del lector, y no solo los protagonistas, también los secundarios, que incluso brillan más; una historia de amor de lo más encantadora y bonita. Es un acierto seguro para los amantes del género.