Besos que fueron y no fueron, David Aceituno y Roger Olmos

Besos que fueron y no fueron, David Aceituno

Ilustrador: Roger Olmos

Editorial: Lumen

96 páginas

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Ella no sabe que un beso puede cambiarlo todo, convertir al sapo, si no en un príncipe, sí en un sapo mejor. Ella sueña con el príncipe azul porque soñar es tan propio de princesas como ser azul es típico de príncipes. Sostiene al sapo con delicadeza en el cuenco de las manos, como se sostiene un libro con historias de amor dentro. Está nerviosa y feliz y asustada al mismo tiempo.

¿Cómo será su historia de amor? ¿Acaso no son los besos siempre protagonistas y los príncipes y princesas personajes secundarios?

Está a punto de comprobarlo. Suspira, entrecierra los ojos y se deja llevar.

(Sinopsis de la editorial)

Esta es otra de esas joyitas que tengo guardadas en casa. Los álbumes ilustrados siempre me ponen de buen humor y este tenía todas las papeletas para llegar a conquistarme. Besos que fueron y no fueron es una delicia de álbum con unas ilustraciones absolutamente maravillosas (apunte mental: buscar más obras ilustradas por Roger Olmos) y un texto fantástico. 

Se trata de un manual de besos en el que los autores nos muestran una gran variedad de escritos e imágenes relacionada con ellos: hay historias de besos, algunas de ellas de personajes conocidos (Wendy y Peter Pan, Cirano, el Hada Malvada [Maléfica], etc.), instrucciones sobre cómo dar buenos besos, listas de tipos de besos y tipos de labios, colecciones de besos, sugerencias y recomendaciones, pistas para reconocer si un beso es verdadero o no, un juego e incluso un test para averiguar qué tipo de persona eres según tus besos. Este álbum no puede ser más completo y variado. No le falta detalle.

Las ilustraciones son de las mejores que me he encontrado últimamente. El color está muy presente y en tonos muy vivos y las composiciones son una delicia para los ojos. Por otra parte, muchas veces he comentado que los álbumes ilustrados se leen en un rato, que pueden resultar caros para el texto que tienen y que yo siempre me lo pienso antes de comprar uno (suelen regalármelos). No voy a decir que en este caso no sea así, pues es cierto que el texto es escaso, pero este libro no lo he leído en veinte minutos como muchos otros, sino que lo he alargado para que me dure dos días (leyendo un rato cada día). Lo que quiero decir es que es más extenso que otros muchos que he leído que apenas tienen texto (se me ocurre, por ejemplo, Ondina), que se aprovecha más y que no da tanto la sensación de «¿me he gastado veintipico euros para quince minutos?». En esto también influye que las ilustraciones son más detalladas y que muchas de ellas hay que observarlas bien porque tienen explicaciones). 

Estoy encantada con este álbum ilustrado, tanto con el texto como con las ilustraciones, y me fascina que sea tan completo y variado, que los autores hayan tenido tanta pericia para hablar de tantos detalles relacionados con los besos. Muy recomendado, sobre todo para hacer un regalo especial y bonito.