Felices por siempre jamás, Stephanie Perkins

Felices por siempre jamás, Stephanie Perkins

Traductora: Aida Candelario Castro

Editorial: Plataforma Neo

395 páginas

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Enamorarse en la ciudad más romántica del mundo es fácil para la soñadora Isla Martin y el enigmático artista Josh Wasserstein. Pero a medida que avanza el último curso en la School of America de París, Isla y Josh se ven obligados a afrontar la desgarradora realidad, porque, quizá, su historia no acabe con un «felices por siempre jamás».

¿Seguirán juntos cuando los días en el instituto se acaben? ¿Será su amor más fuerte que la distancia? Su romance se convertirá en un apasionante viaje por Nueva York, París y Barcelona, acompañados de sus amigos Anna, Étienne, Lola y Cricket.

(Texto extraído de la contracubierta del libro)

Cada vez que leo un libro nuevo de esta serie (y, desgraciadamente, parece que este es el último), siempre pienso que es el mejor. La historia de Anna me fascinó, pero luego leí la de Lola y me gustó aún más, y ahora leo la de Isla y la encuentro simplemente perfecta. Estoy segura de que esto es un círculo vicioso, que si ahora volviera a leer Un beso en París pensaría que es el mejor, y así hasta el infinito. No sé si objetivamente Felices por siempre jamás es el mejor de los tres, lo que sí que sé es que a mí en este momento es el que más me gusta. 

Fue empezar este libro y caer rendida a sus páginas; el primer capítulo ya me cautivó, me hizo reír, sonreír y encariñarme de Isla. Es un libro sumamente divertido, realista cien por cien y muy, muy romántico. Es de ese tipo de libros que te hacen feliz, que tienes que leer de vez en cuando para que te recuerden que el amor es maravilloso y está lleno de pequeños milagros que la rutina y el tiempo hacen que pasen desapercibidos (ya nos lo dice Isla). Yo he reído, pero también he llorado, y no de tristeza. Cuando un libro consigue hacerte llorar es maravilloso, pero cuando te hace llorar de felicidad, que es lo que me ha ocurrido con este, ya es perfección. Esta novela está plagada de pequeñas joyitas, de momentos maravillosos, de personajes reales y cautivadores, de escenas emocionantes. Lo terminé de leer en un autobús y tuve que disimular como pude porque se me saltaban las lágrimas con una facilidad increíble. La de Isla y Josh es una historia maravillosa, sin lugar a dudas.

- [...] Te mostraste tan divertida y coqueta y... -¿Coqueta? -Sí -contesta con una sonrisa-. Se te notaba que yo te gustaba. -Madre de mi vida. Qué vergüenza. -¡No! Fue encantador. En serio que fue superencantador. -Ya, va a ser que no. Ahora mismo quiero que se me trague la tierra. -No. De verdad. Siempre me has gustado, pero pensaba que yo a ti no. Nunca me hablabas. Así que pensaba que no tenía ninguna posibilidad contigo, y ahí quedó la cosa. Pero el verano pasado me di cuenta de que simplemente eres tímida. Rebobinemos un momentito. -¿Siempre te he gustado? -¿Una chica sexy y superlista que lee cómics? ¿Estás de coña? Claro que me había fijado en ti.

Por si los protagonistas no fueran suficientemente buenos, nos encontramos con una sorpresa, y es que aparecen personas ya conocidas: Anna, Étienne, Lola, Cricket, Meredith... ¡qué gozada volver a saber de ellos! Además, aparecen en el momento perfecto y esa parte, en la que ellos salen, es una de mis preferidas. También hay personajes nuevos, entre los que quiero destacar a dos: Kurt, el mejor amigo de Isla, que me parece un personaje muy interesante y atractivo; y Hattie, su hermana, que protagoniza también una de las escenas que más me han gustado, y es que ya he dicho en más de una ocasión que las tramas familiares, sobre todo las que protagonizan hermanas, me tocan el corazón.

En cuanto a Isla y Josh, tienen un romance de ensueño. No todo es fácil en el libro, también hay escenas tristes, desesperantes, difíciles, pero en este tipo de libros siempre sabemos cómo va a acabar la cosa y la verdad es que esta pareja no se merece otro final distinto al que tiene. Josh me ha fascinado como personaje masculino, para mí es el mejor de los tres que hemos conocido, porque tiene su puntito de timidez, porque es inseguro, porque arrastra una historia un tanto triste, y aun con todo ello, su carácter es arrollador y es superromántico y, por si no fuera lo suficientemente perfecto, ¡pinta de lujo! Isla, por su parte, es un personaje más complejo de lo que parece a simple vista; es tímida, muy insegura, pero también es muy divertida, aunque ella no se lo crea, y a pesar de ser tan dulce y encantadora, también sabe sacar ese carácter que tiene escondido. Hacen una pareja maravillosa.

Como detalle final, mencionaré que me ha encantado poder viajar a Barcelona gracias a este libro. Ya lo hice con París en el primero, en este la mayor parte de la trama se desarrolla también en esa ciudad, pero hay una parte que transcurre en Barcelona, ciudad que tengo muchísimas ganas de visitar, y gracias a Isla y Josh es como si estuviera allí, viendo esas maravillosas obras arquitectónicas, ese parque, sintiendo lo mismo que ellos. Me ha encantado.

Leer este libro me ha hecho un poquito más feliz, al menos durante los dos días que me ha durado. He reído, llorado, sonreído, me he emocionado, me he enfadado y me he sentido cercana a los personajes, ¡hasta he viajado con ellos! La historia de Isla y Josh es maravillosa, también la de Isla y Kurt, y también la de este grupo de amigos que ojalá la autora no decida abandonar. Todavía quedan Rashmi y Mere (y, ¿por qué no?, Kurt), así que sería genial que Stephanie Perkins escribiera sobre ellos.