Fotoreseña Blancanieves, hermanos Grimm y Benjamin Lacombe

Blancanieves, Jacob y Wilhem Grimm

Ilustraciones: Benjamin Lacombe

Adaptación: Suzanne Kaboc

Traducción: Elena Gallo Krahe

Editorial: Edelvives

45 páginas

Cómpralo en Amazon

Érase una vez, en pleno corazón del invierno, una reina que cosía al lado de la ventana. A través del marco de ébano, contemplaba los copos de nieve que revoloteaban en el aire, como plumas. De pronto, se pinchó el dedo, y tres gotas de sangre cayeron en la nieve. Sobre el fulgor de la nieve, el rojo era tan hermoso que pensó: 

«¡Ay! ¡Ojalá tuviera un hijo con la piel blanca como la nieve, los labios rojos como la sangre y el cabello negro como el ébano!».

(Texto extraído de la ficha del libro en la web de la editorial)

No es ningún secreto que adoro los álbumes ilustrados y que entre mis ilustradores predilectos se encuentra Benjamin Lacombe. Sus creaciones son maravillosas, siempre me dejan encantada, y en este caso, con la historia de la famosa Blancanieves, no ha sido menos. 

La historia ya la conocemos todos, ya sea por la factoría Disney, porque de pequeños nos haya contado alguien el cuento o porque hayamos leído el cuento original de los hermanos Grimm. Confieso que Blancanieves no ha sido nunca una de mis historias Disney preferidas. En mi inmensa colección de vídeos VHS no estuvo y no estoy segura de si alguna vez he visto la versión Disney. También se estrenaron tres películas hace un par de años basadas en la historia, de las que yo solo vi una: La leyenda del cazador. No, no he sido muy fan yo de esta joven de cabellos negros, piel blanca y labios rojos, ni de esos siete enanitos. No obstante, estaba deseando leer y admirar este libro, había visto algunas ilustraciones y ya me tenían enamorada y, aunque ya no sea una niña, siguen gustándome las historias de princesas y malvadas madrastras.

La edición que ha publicado Edelvives, que es una adaptación del cuento original, es una maravilla. Hay ilustraciones a color, ilustraciones en blanco y negro, apaisadas, que ocupan las dos páginas, que ocupan solo una parte y comparten espacio con el texto. Como digo, una maravilla. 

El texto es más bien breve y el cuento se lee en quince minutos, no más. A este respecto, es cierto que el libro resulta caro, pues pagar 19 euros por quince minutos de disfrute puede ser excesivo, pero a los que nos gustan los álbumes ilustrados ya sabemos que pagamos por una edición, por un objeto bonito, más que por leer una historia. Es como cuando te gastas un dineral en una obra de arte, en un cuadro. Siempre me ha parecido que estos libros son perfectos para hacer un regalo, pues es algo que va más allá de la lectura, es algo bonito que además te cuenta una historia. 

No me ha decepcionado esta historia, y eso que Blancanieves nunca ha sido de mis preferidas. Es imposible no disfrutar la obra de Lacombe y si además lo hacemos acompañada de una historia de las de toda la vida, un clásico infantil, una princesa, mejor que mejor. No conocía la versión original, solo la infantil, y me ha encantado descubrirla en este libro.