Cada oveja con su pareja: okay? okay

Hace unos días que fui a ver una de las adaptaciones cinematográficas que con más ganas esperaba pues es la de una de mis novelas preferidas. Se trata de Bajo la misma estrella, película que se estrenó en España el 4 de julio y que yo fui a ver un día después, emocionada, aterrada y con muchas ganas de disfrutarla. 

Bajo la misma estrella

Podéis leer mi reseña de la novela clicando aquí. 

Esta sección contiene spoilers, así que ¡cuidado! Por otra parte, todo está redactado bajo mi punto de vista, que no tiene por qué ser el del resto del mundo.

Hazel está enferma de cáncer, está deprimida, no sale de casa más que para ir al grupo de apoyo y porque su madre la obliga, no le gusta relacionarse con otros chicos y si fuera por ella solo dormiría y vería esos realities que tanto le gustan de la tele. Sin embargo, todo cambia el día en que Augustus llega al grupo de apoyo. El chico se muestra muy interesado por Hazel. Este ha tenido cáncer de huesos, le tuvieron que amputar una pierna, pero, por suerte, lleva más de un año en remisión. Augustus ayuda a Hazel a salir de su depresión, a vivir lo que le pueda quedar de tiempo, a ser feliz.

Bajo la misma estrella es uno de los mejores libros que he leído en mi vida y, muy predecible en mí, es un drama de principio a fin. Irremediablemente la gente pensará que se trata de un libro de cáncer, pues los protagonistas lo padecen (aunque Gus lleva año y medio en remisión), pero yo os digo que no, o que sí, pero que es algo más, porque tampoco creo que sea apropiado quitarle la etiqueta de cáncer a este libro.  Este es, sobre todo, un libro con una maravillosa historia de amor. Lo he leído dos veces y me propuse en su día leerlo al menos una vez al año, y no solo porque sea masoca y me guste sufrir leyendo (aunque confieso que cada vez menos), sino porque hay mucho que extraer de esta novela, porque toda ella es una gran verdad y porque, aunque acabe llorando a mares, también río, y sonrío, y me hace feliz.

El sábado día 5 de julio fui a ver la película con mucha ilusión, pero también con miedo, y no a que no me gustara, miedo a pasarlo demasiado mal, a que la película me deprimiera y me empujara a una burbuja de dolor. ¿Qué puedo decir? Es maravillosa, espléndida, brillante y muchos sinónimos más. Pero, sobre todo, está muy a la altura de la genialidad del libro. Son dos horas que se pasaron volando, dos horas riendo y llorando, y volviendo a reír y, sobre todo, volviendo a llorar. Es inevitable llorar con cada escena bonita o triste de la película sabiendo el final. He de confesar que el principio me pareció algo lentito, pero una vez que los chicos se van a Amsterdam mis nervios me traicionaron y todo empezó a ser una montaña rusa de emociones. Lloré tanto con el "Estoy enamorado de ti" como con el "Se iluminó como un árbol de Navidad", lloré con las escenas románticas y con las tristes, con los momentos felices y con los más desesperantes. Me monté en un buen tren de emociones al ir a ver la historia de Hazel y Gus, casi más letal que con el libro, porque con este puedes parar, respirar, intentar tranquilizarte. Con la película tienes que aguantar. Hubo un par de escenas en las que tuve que apartar la mirada de la pantalla del cine y concentrarme en respirar y en no emitir ningún ruidito vergonzoso.

Después de leer varias críticas de la adaptación, he llegado a la conclusión de que debo ser una de las pocas que sí estaba convencida con la elección de los actores. A Shailene Woodley la conocía de un par de películas que ni tan siquiera me gustaron y sabía que era la chica divergente (aunque ni he leído el libro ni he visto la película), a Ansel Elgort no lo conocía de nada, pero me gustaba en el tráiler y, sobre todo, me gustaba que no hubieran elegido al típico chico guapo que tiene al 90% de adolescentes enamoradas. Pero es que tras ver la película... ¡¡uff!! No tengo palabras para describir lo perfectos que son ambos actores, lo bien que hacen su papel y lo Hazel y Gus que son. Él me ha enamorado como ya lo hizo el Augustus Waters de papel y ella me ha sorprendido muchísimo. No puedo quitarme de la cabeza la escena de la llamada telefónica casi al final de la película, lo que esa actriz me hizo sentir con unos simples minutos. Ambos se meten muy bien en el papel, ambos emocionan, ambos saben transmitir.

En cuanto a la adaptación en sí, estoy segura de que los fans del libro se sentirán eufóricos, pues la película es muy, muy fiel. Hay diálogos calcados de la novela, detalles que pueden parecer insignificantes y que aparecen. La de esta película es una de las mejores adaptaciones que he visto en mucho tiempo y posiblemente la más fiel a la novela que he visto. Sí capté dos diferencias bastante notables con respecto al libro (hay más, claro, pero estas dos son las que más aprecié): más sobre cómo es Hazel al principio de la película, más sobre ella sola (Gus aparece rápido) y, en concreto, una escena que me encantó del libro: cuando Hazel le pone la cánula del oxígeno a una niña que se queda mirándola. La otra gran diferencia es la historia de la novia de Gus, que no se menciona para nada y que yo no he echado de menos en ningún momento. Pero son detalles que no tienen mucha importancia, puesto que el conjunto funciona muy bien y gusta. La historia es maravillosa y también lo es la adaptación.

Para finalizar, un par de detalles más. El libro es uno de mis favoritos y la película también se ha convertido en una de mis preferidas (no voy a valorar en esta ocasión qué me gustó más). Seguiré leyendo la novela, seguiré aprendiendo de esta maravillosa pareja y seguiré viendo la película. Como broche de oro, además, cuenta con una banda sonora muy buena y, aunque normalmente no me entusiasman las películas en las que hay narrador, en esta lo considero un acierto, pues no hay nadie como Hazel para contarnos su historia.  Brillante, de verdad que sí. Estoy deseando verla por segunda vez, y verla en versión original.