Silber, Kerstin Gier

Silber, Kerstin Gier

Traductora: Nuria Villagrasa Valdivieso

Editorial: B de blok

349 páginas

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Misteriosas puertas con tiradores en forma de lagartija, figuras de piedra parlantes y una niñera enloquecida con un hacha en la mano... Últimamente, los sueños de Liv Silber son bastante inquietantes. Le preocupa un sueño en el que se encuentra en un cementerio, de noche, observando a cuatro chicos que llevan a cabo un sombrío ritual. Los chicos existen de verdad. Hace poco que Liv asiste al mismo instituto que los cuatro, quienes en realidad parecen bastante simpáticos. Sin embargo, lo que resulta realmente inquietante -mucho más inquietante que el cementerio por la noche- es que los chicos saben cosas sobre ella que durante el día jamás manifiestan... hasta que llega la noche y, con ella, el sueño. Liv ignora cómo lo saben, es un misterio absoluto, y ¿quién se resiste a investigar un buen misterio?

(Texto extraído de la contracubierta del libro)

Kerstin Gier es una de mis autoras preferidas, de esas que sé que leeré todo lo que publique en español, porque su serie El amor más allá del tiempo me encantó, porque su novela En realidad se miente mucho más me volvió a encantar y porque todas sus protagonistas, todas, siempre son geniales. Silber, con esa cubierta tan llamativa y esa sinopsis tan misteriosa, no me ha decepcionado para nada.

La trama es muy, muy interesante. Sé que hay libros que juegan con esto de los sueños, pero yo no había leído ninguno hasta ahora. Me gusta cómo plantea el tema la autora, cómo lo desarrolla, las explicaciones que nos da. Es fascinante descubrir los sueños de la protagonista y de los demás personajes, ver cómo Liv se desenvuelve con este nuevo "poder". Es verdad que el por qué de todo, es decir, el tema del demonio, el Señor de las Sombras, y todo eso me ha parecido un poco rocambolesco, pero puede dar mucho juego en los próximos libros y seguro que la autora nos va a sorprender.

Tratándose de Gier, hay que destacar a los personajes y, sobre todo, a la protagonista. Esta señora siempre crea a protagonistas con carácter y personalidad. Liv es fantástica; es irónica, divertida, siempre tiene respuesta para todo. Me ha gustado que no sea la típica chica guapa, de hecho la tratan más bien como a un patito feo (aunque ni de lejos lo es). Debido al divorcio de sus padres y al trabajo de su madre tiene que mudarse cada dos por tres y empezar una vida nueva constantemente. Liv es la esencia de esta novela y, aunque el resto de personajes está muy a la altura, ella es el diamante. Mia, su hermana, no se queda muy atrás. Es divertidíííísima y forma muy buen equipo con Liv. Me he partido de risa con las conversaciones de estas dos chicas, con sus teorías, con sus planes. A mitad del libro Mia va perdiendo protagonismo y aparece menos (totalmente comprensible, ya que esta no es su historia), pero las veces que sale son de diez. En cuanto a los personajes masculinos, tengo un grave problema, y es que no estoy segura de cuál es mi preferido, si Grayson o Henry. Grayson es el nuevo hermanastro de Liv y el chico que la iniciará en esto de los sueños. Tienen una relación muy bonita y el chico es monísimo, atentísimo y protector. Henry es el chico que le gusta a Liv, amigo de Grayson, y también monísimo hasta decir basta. Es divertido y tiene mucho encanto. Son los dos estupendos y, aunque Liv tiene muy claro que quiere estar con Henry, no sé por qué me da en la nariz que en próximas novelas vamos a tener algún revuelo amoroso con estos tres. Los otros dos chicos son Jasper y Arthur; el primero, el más simplón de todos, muy guapo pero muy poco inteligente; el segundo, el cabecilla, el que más secretos guarda, el más misterioso. Mención especial a Lottie, la niñera de las chicas, que protagoniza algunas de las escenas más divertidas del libro y que me gusta especialmente. Si ya decía yo que los personajes de Kerstin Gier son estupendos siempre, y eso que no los he mencionado a todos.

-En realidad, solo quería evitar tener que acabar llevándote al hospital por intoxicación etílica en tu primera fiesta en Londres -me la devolvió Grayson-. Es que solo con una de las copas de Jasper habría bastado. Ahora yo ya no sonreía, ni siquiera con malicia. -¿Perdón? ¡Ni siquiera he probado un sorbo! -Sí, porque te he traído a casa a tiempo. Si te hubieran preguntado, ¡no habrías podido decir que no! Como si esa palabra fuera tan difícil para ti. -¡Oh, qué monos! -Mamá parecía realmente conmovida-. Ya os comportáis como verdaderos hermanos. Tengo que llamar a Ernest inmediatamente para contárselo.

Aunque este es el primer libro de una trilogía, el final es bastante cerrado. Se descubre al malo y se resuelve la historia, aunque ni por asomo podría tratarse de un final de verdad, pues quedan ahí muchos cabos sueltos. Sí que me ha parecido, y es la única pega que le encuentro al libro, un final precipitado. Cuando todos pensamos que el malo es uno, al final, en un par de párrafos, se descubre que es otro y este otro (cómo no) explica por qué. Quedan ahí muchos detalles que hay que aclarar y muchos puntos que especificar, pero para eso están los siguientes libros, ¿no? Aunque me temo mucho que habrá que esperar bastante hasta que podamos leerlos en español.

Silber ha sido un comienzo de trilogía muy intenso, con una trama interesante y unos personajes de matrícula de honor. Se lee muy fácilmente y la historia engancha -también la protagonista-. Seguro que Kerstin Gier nos sigue sorprendiendo en las próximas entregas.