Ciudades de papel, John Green

Ciudades de papel, John Green

Traductora: Noemí Sobregués

Editorial: Nube de tinta

365 páginas

Cómpralo en Amazon

En su último año de instituto, Quentin no ha aprobado ni en popularidad ni en asuntos del corazón... Pero todo cambia cuando su vecina, la legendaria, inalcanzable y enigmática Margo Roth Spiegelman, se presenta en mitad de la noche para proponerle que le acompañe en un plan de venganza inaudito. Después de una intensa noche que reaviva el vínculo de una infancia compartida y parece sellar un nuevo destino para ambos, Margo desaparece dejando tras de sí un extraño cerco de pistas.

(Texto extraído de la contracubierta)

John Green es uno de esos nombres que lees y te emocionas. ¿Puede un autor convertirse en lo más por haber escrito una novela brillante? Bajo la misma estrella, su otra historia publicada en español por esta misma editorial, es una de las mejores novelas que he leído en toda mi vida y, nada más que por ello, este hombre se merece todo mi respeto. Automáticamente pasé a querer leer todos sus libros, y seguí por Looking for Alaska. ¿Qué pasó? Que, aunque no me pareció una novela mala, se quedaba muy por detrás de la genialidad de la historia de Hazel y Gus. Es lógico, John Green no es Dios, y está claro que no todas sus historias pueden ser épicas. Ahora me he atrevido con Ciudades de papel y la verdad es que me he quedado muy satisfecha.

Tras leer la novela se me ha quedado la sensación de que, ante todo, es una historia ágil, amena y que engancha como nada. Hacía tiempo que no cogía un libro que me atrapara de esta forma, que me hiciera leer y leer hasta acabarlo. Me ha durado tres ratos y porque entre medias me ha pillado un fin de semana, tenía planes y no he podido leer mucho, que si no lo empiezo y termino en el mismo día, seguro. En Ciudades de papel tenemos un misterio que es el núcleo de la historia: la desaparición de Margo Roth Spiegelman, vecina y amiga de infancia de Quentin, el protagonista. Antes de desaparecer se pasa una noche en blanco con su vecino para llevar a cabo una venganza contra su novio y algunas de sus amigas. Después de esa noche, se va, dejando una serie de pistas dirigidas a Quentin. Este, junto a sus amigos, se encargará de seguir las pistas e intentar dar con el paredero de su vecina, pero  no resultará nada fácil. La historia es un no parar, es un empezar y leer y leer y leer hasta querer saber si Margo está viva, si está muerta, si la encontrarán, qué pasará si la encuentran, qué pasará si no. Necesitaba saber todo eso, necesitaba saber qué había pasado con esta chica con ese nombre tan genial. El ritmo es aceleradísimo y la historia se lee muy bien.

Una de las genialidades más destacables de John Green son sus personajes y en Ciudades de papel hace un trabajo extraordinario. Quentin no goza precisamente de popularidad en el instituto, pero no parece importarle mucho lo que los demás piensen de él. Lleva años enamorado de Margo y no se lo pensará dos veces a la hora de ponerse manos a la obra para encontrarla. Es un chico bueno, responsable y atento, y sus padres están orgullosísimos de él. Sus padres me han encantado, son ambos psicólogos y me partía de risa cada vez que tenían una de esas conversaciones profundas sobre el comportamiento humano y demás. Ben y Radar son los mejores amigos de Quentin, y son unos frikis. Ben quiere ser popular a toda costa, encontrar una chica, ir al baile con ella y beber hasta emborracharse. Radar es un friki informático enganchado a una página web similar a la Wikipedia, en la que pasa horas y horas actualizando información. Ambos, junto a Quentin, forman un grupo muy bueno que hará que el lector ría a carcajadas. Margo, la protagonista y el personaje más ausente, es una chica peculiar. He visto algo de Alaska en ella, pues es la típica chica popular, que tiene a todos los chicos babeando detrás de ella y que tiene una personalidad muy marcada. Margo Roth Spiegelman es una chica medio loca que, al parecer, solo piensa en vivir aventuras sin preocuparse lo más mínimo de los demás. Margo puede caer bien o mal, no un término medio, pero la verdad es que como personaje está muy conseguido, y a mí me ha gustado bastante.

Como no quiero extenderme mucho más comentaré solo un par de detalles más. Me gusta que John Green cuide los detalles, me gusta que sus personajes tengan carácter y personalidad, y me gusta que sus novelas sean tan frikis en tantos aspectos. Hay detalles absurdos que enriquecen sus historias, como que los padres de Radar tengan la colección más grande de Santa Claus negros, o que haya un personaje adicto a escribir artículos para una web tan parecida a la Wikipedia, o que la perra de Margo se llame Myrna Mountweazel. Me gusta John Green por esas pequeñas cosas que él tiene en cuenta y los demás no.


Ciudades de papel es una obra adictiva que empiezas a leer y no puedes parar. Una obra con unos personajes extraordinarios, que pueden ser mejores o peores, pero que tienen carácter, que se diferencian, que destacan. Qué maravilloso que a partir de esa idea de las ciudades de papel (muy interesante, por cierto) John Green haya sido capaz de crear una historia como esta.