Opal, Jennifer L. Armentrout

Opal, Jennifer L. Armentrout

Traductora: Aida Candelario Castro

Editorial: Plataforma Neo

421 páginas
Tiene spoilers de los libros anteriores 
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No hay nadie como Daemon Black.

Cuando se propuso demostrarme sus sentimientos, no bromeaba. Nunca volveré a dudar de él. Y ahora que hemos superado tantas dificultades, saltan chispas cada vez que estamos cerca.

Pero si nisiquiera él puede proteger a su familia del peligro que supone intentar liberar a los inocentes. Después de todo lo que ha pasado, ya no soy la misma Katy. He cambiado... Y no estoy segura de las consecuencias de este cambio. Con cada paso que damos para desvelar la verdad nos acercamos más a la organización secreta responsable de torturar y someter a experimentos a los híbridos, y me doy cuenta de que mis habilidades son mucho mayores de lo que imaginaba.

Recibimos ayuda de quien menos esperábamos y los amigos se convierten en enemigos. Pero jamás nos rendiremos. Aunque esto implique que nuestro mundo acabe hecho añicos para siempre.

Juntos somos más fuertes. Y lo saben.

(Texto extraído de la contracubierta del libro)

Hay algo en esta saga que, en mi opinión, impide que brille, y no sé qué es. Me explico: entre los libros que me gustan están los que se quedan en mi corazón y los que olvido al cabo de un tiempo. También hay otros que me dejan un gratísimo recuerdo, pero que no los disfruto tanto mientras los estoy leyendo. En este último grupo se encuentra la saga Lux. Es una serie que recomiendo, cuyos libros espero con ganas y empiezo con ilusión, una saga de la que tengo muy buena opinión y que recuerdo con cariño. No obstante, mientras leo los libros no los disfruto tantísimo como me gustaría. No me enganchan, no me llenan, no me hacen suspirar ni me provocan mariposas en el estómago, por mucho romanticismo que haya. Con Opal me ha pasado lo mismo que con los anteriores, que me ha gustado, bastante, pero que no llega a brillar. Si descartamos ese final que me parece una de las mejores escenas de los tres libros, Opal se convertiría en el menos bueno de los tres por varias razones: en primer lugar, porque no me enganchaba y porque no me ha provocado emociones (excepto el final); en segundo lugar, porque no pasa nada, pero nada de nada de nada hasta las últimas páginas. Opal es un libro de amor, y yo no me quejaba de ello, porque ya lo sabía, pero una vez que lo he leído sí que admito que me ha faltado que la historia avance. Lo único que avanza en este libro es la relación de Daemon y Katy, que se han vuelto inseparables y hasta un tanto empalagosos para mi gusto. El resto, se ha quedado estancado. Vuelve  Blake y ahora tenemos, además, a Dawson, pero la situación sigue casi en el mismo punto al final del libro que cuando lo empezamos (de nuevo, exceptuando ese final que introduce un grandísimo cambio en la situación). No me sorprende de esta autora, porque en la saga Covenant hace lo mismo con el segundo libro, que es totalmente de relleno.

A pesar de esto, hay varias cosas que me han gustado mucho. Una de ellas es Blake, porque es el único elemento de intriga que hay en la novela: ¿es bueno?, ¿es malo?, ¿actúa de corazón?, ¿es realmente una víctima más? Y, sobre todo, ¿se puede confiar en él? Otro aspecto que me encanta es la condición de bloguera de Katy, y es que hay algunas escenas muy divertidas, seguramente más de uno se sentirá identificado con ella y con los comentarios que Daemon le hace. Este chico sexy también es un punto a favor de la historia, aunque todo él sea un topicazo como una catedral. Es el chico arrogante, altivo y un poco egoísta pero que en el fondo es un cacho de pan que se derrite por su princesita. ¿Para qué engañarnos? Daemon es genial. En el lado contrario está Dee, uno de mis personajes preferidos de los libros anteriores que en este se me ha quedado corto, aunque entiendo las razones. Su relación con Katy es una de las cosas más bonitas de esta saga, pero, claro, no podemos esperar más de ellas en este libro.

En cuanto a ese final comentadísimo, tengo que decir que sí, que es estupendo, que me ha emocionado, que me ha dejado muuuuuuy chof. Casi se me saltan las lágrimas y todo, y es que esas apenas dos páginas finales están cargadas de emociones y te hacen un rasguño en el corazón. Si me quejaba del final impactante de Onyx con la aparición de Dawson, no sé qué decir de este... ¡necesito el cuarto libro ya! Origin promete mucho.


Opal me ha gustado, más que muchos libros, pero no me ha encantado, ni me ha enganchado, ni me ha emocionado. Me parece más bien un libro de transición que te deja un final de infarto, preparándote para el próximo libro de la saga que promete mucha acción.

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