Los Abisales, Kat Falls

Los Abisales, Kat Falls
Traductora: Ana María Sánchez
Editorial: Pàmies
302 páginas
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Una cadena de terremotos ha sacudido la Tierra y regiones enteras han quedado sumergidas bajo el agua. Los humanos viven ahora hacinados en ciudades. Los únicos que poseen un espacio propio son los habitantes del lecho marino, los Abisales.

Ty ha vivido toda su vida en el fondo del mar, ayudando en la granja familiar. Pero cuando unos forajidos atacan su casa, tendrá que luchar por salvar el único hogar que ha conocido. Junto a Gemma, una chica de Arriba que ha llegado hasta allí para buscar a su hermano, Ty se adentrará en las profundidades de la frontera submarina, donde no rige ninguna ley, y descubrirá oscuros secretos que amenazan con destruirlo todo.

(Texto extraído de la contracubierta del libro)

Menudo este libro. En cuanto lo vi me empeñé en que tenía que leerlo; si es que esa cubierta no ayuda, es tan bonita, tan llamativa, que tienes que darle una oportunidad. Pero no fue eso lo único que atrajo mi atención. Fue, sobre todo, la trama, el escenario en el que transcurre la novela: el mar. Me encanta todo lo que está relacionado con el mar y encontrarme con una novela en la que, debido a una serie de acontecimientos catastróficos en la Tierra, mucha gente ha tenido que irse a vivir ahí ha sido toda una delicia. No es un escenario que esté muy explotado, ni siquiera hay muchas novelas de sirenas, y mira que hubo una época en la que los seres sobrenaturales estaban muy de moda. Y, por fin, me he encontradocon algo diferente en Los Abisales. Bien, está claro que esta no es la novela del año, no es magnífica (a mí no me lo ha parecido), pero tiene algo que otras del mismo estilo no tienen: originalidad, y eso ya la hace especial y diferente. Vamos por partes.

Empezaré por lo que menos me ha convencido para continuar por lo que sí lo ha hecho. Tenemos una historia que tiene lugar, en su gran mayoría, en las profundidades marinas. La autora nos explica cómo son las casas de estas personas, cómo viven, cómo pueden aguantar la presión, qué comen, qué hacen, etc. Explicaciones hay, y muchas, por lo que las dudas se reducirán y casi todo quedará más bien claro. El principio sí que puede resultar un tanto caótico, porque hay muchos términos desconocidos, porque la autora se esfuerza en explicar cosas que pueden resultar extrañas, y es verdad que hasta que no avanzamos un poco no cogeremos el hilo. Por otra parte, a mí me ha faltado visualizar la novela. Me explico: la autora te explica cómo son las casas, los otros recintos, el paisaje, todo. Pero a mí me ha costado verlos, me ha costado imaginarlos. Por más que leía la explicación de las casas, no podía imaginarlas, y lo mismo me ha pasado con el paisaje. Aun habiendo terminado ya el libro, sigo sin saber qué es eso de la piscina lunar y cómo una casa puede estar totalmente aislada del agua si está en el fondo del mar. 

No obstante, son esos dos detalles los únicos peros que le pongo a la novela, porque el resto, con sus más y sus menos, me ha gustado. Hablemos de los personajes: Ty y Gemma son nuestros protagonistas y, aunque parezca que en esta novela, por poner de protagonistas a un chico y una chica adolescentes va a haber amor, no es así. Me ha gustado la relación de Ty y Gemma, porque se comportan más bien como aliados, como amigos. No hay romanticismo en la novela, no os lo esperéis; quizás en la próxima parte sí, pero no en esta. Es él quien nos cuenta la historia en primera persona, lo que es otro punto a favor, pues en la mayoría de novelas juveniles la protagonista es una chica. Me han gustado, los dos, pero no ha sido ninguno de ellos mi personaje preferido, ese puesto se lo dejo a Zoe, la hermana pequeña de Ty, que quizás aparenta más edad de la que en realidad tiene, pero que me ha conquistado por completo por su genio y su valentía. 

En cuanto a la trama, repito que me parece sumamente original. Bien por Kat Falls que nos da algo diferente a todo lo que hay de literatura juvenil, bien por ella porque se atreve con un tema complicado por la cantidad de factores que hay que tener en cuenta (¿vivir en el mar? ¿en serio?) y porque sale airosa, bien por ella porque no cae en clichés. Vale, el final es bastante predecible, pero no le resta encanto al conjunto. Por otra parte, otro punto positivo es que la novela es muy ágil, que se lee muy fácilmente y que, aunque tenga segunda parte, el final es cerrado, por lo que no nos tiraremos de los pelos esperando la segunda parte. 

Si quieres leer algo diferente, lee Los Abisales. La autora ha sabido crear una historia original desarrollada en un medio poco explotado y con unos personajes con personalidad. Puede resultar un poco extraño al principio, pero merece la pena conocer la historia de Ty y Gemma.