Quiérome mucho, Regina Roman

Quiérome mucho, Regina Roman

Editorial: Versátil

288 páginas

Vamos a ver, ¿qué hay de malo en ser demasiado servicial? ¿Y en estar siempre dispuesta a echar una manita? ¿Acaso no es bonito tener siempre en la punta de la lengua un "tranquila que eso ya lo hago yo"? Pues eso, que te puedes encontrar por el camino con desaprensivos que te exprimirán como a un limón.

Marina es una chica lista, pero tiene un gran problema, es incapaz de decir "no". Y para colmo se topa con Adela, que peca de lo mismo, añadida su encarnizada lucha contra los kilos de más.

¿Conseguirán estas chicas espabilar y abrirle una puerta al amor que llama con insistencia?

(Texto extraido de la contracubierta del libro)

He leído todo lo que he podido de Regina Roman, es una autora que me enamoró con su primera novela, Un féretro en el tocador de señoras, y que a raíz de ello ha hecho que me compre todo lo que escribe. Cuando supe de Quiérome mucho, vi esa cubierta tan fabulosa y me enteré de que trataría el tema de las personas que no saben decir que no, me dije: "¡a por él!". No obstante, con este libro el listón baja mucho, ya que no ha conseguido lo que otros de la autora sí han hecho: hacerme reír.

En la contracubierta nos encontramos, además de con la sinopsis, con una cita que dice: "Prepárate para reír a carcajadas, llorar a moco tendido y emocionarte sin tapujos. Quedas avisad@". Bueno, no sé qué decir, porque mencionar que es exageradísima se queda corto. Yo, la verdad, es que ni me he reído, ni he llorado (¿llorar? ¿Llorar por qué?) ni me he emocionado. Sí que he sentido una emoción que se ha apoderado de mí en toda la lectura: el nerviosismo, el estrés... ¿por qué? Porque no me extraña que la pobre Marina sea tan infeliz, porque su madre es lo peor que te puedes echar a la cara (y me quedo corta), porque toda la historia con Pepecharlie me ha puesto de los nervios, porque su rechazo a Roman me ha sacado de mis casillas... ¿Pobre Marina? Pues sí, pobre Marina, porque  la pobre es tonta de remate, pero también tiene que lidiar con cada cosa... porque lo de su madre no tiene nombre, a mí me ha puesto de los nervios. 

Lo que veo aquí es una novela muy exagerada, que tiende a hacer una montaña de un granito de arena, que coge un modelo y lo lleva a su máxima potencia. No concibo que haya madres como las de Marina (que las habrá, seguro), toda la situación de Pepecharlie me ha resultado absurda, porque eso ya no es que Marina no sepa decir que no, es que la pobre es un poco retrasada. ¿Y Adela? Con ese personaje he empatizado un poco más, pero también me resulta una mujer exagerada, en la que la autora ha puesto muchos defectos y los ha magnificado. 

En cuanto al tema cómico, me he reído en un par de ocasiones contadas, pero ya. Me ha faltado en esta novela esa chispa que encontré en Un féretro en el tocador de señoras. Me ha faltado más. Y me ha sobrado Cayetana, porque para no aparecer en la historia, se la nombra mil y una veces.

No sé, se me ha quedado corta la novela, me ha parecido un poco de más, porque, además, casi toda la acción se desarrolla en el lugar de trabajo de las chicas, y no es algo que me haya resultado interesante ni atractivo. No, no me ha gustado, aunque no por ello voy a tachar a Regina de mi lista de autoras, porque ya digo que con otras novelas sí me ha gustado mucho.

Quiérome mucho ha supuesto una gran decepción, porque otros libros de la autora me han gustado mucho. Sin embargo, este no me ha hecho reír y el tema que en un principio tanto me atraía se me ha quedado flojo. No es la mejor novela de Roman. 

♬ Con la colaboración de Versátil ♬