Croquetas y wasaps, Begoña Oro

Croquetas y wasaps, Begoña Oro

Editorial: SM

229 páginas

¿Te has preguntado alguna vez qué quedará de ti cuando ya no estés? Clara, sí. Justo cuando está al borde de la piscina. Y tiene dos opciones: tirarse de cabeza cuando todo su cuerpo grita para que lo haga, o quedarse quieta tapándose las orejas con las manos. 

(Texto extraido de la página web de la editorial)

Fue leer que Begoña Oro sacaba nuevo libro y quererlo. Como dice ella misma, y también Clara en esta novela: "es como un paquete de chicles en la caja de un supermercado: lo ves y lo quieres". Eso significan para mí las novelas de esta señora. Después de leer y disfrutar como una enana Pomelo y limón, no podía dejar pasar Croquetas y wasaps, con ese título tan genial, con esa cubierta tan llamativa que te hace plantearte qué puede haber en su interior. Además, luego salió el booktráiler, uno de los mejores que he visto nunca.

En Croquetas y wasaps está Clara, una chica que está enamorada del más sexy de la clase, de Lucas, que, a su vez, no quiere nada con ella. Clara se hunde en una depresión mortífera (vale, no tanto) y no deja de pensar en Lucas, en la sonrisa de Lucas, en los ojos de Lucas, pero este ya ha rehecho su vida con Natalia, la más tontaina de la clase. Por otra parte, está Unai, un chico muy raro, muy grandote, muy vestido siempre de negro, que perdió a su padre con tan solo cuatro años y que no hace más que inventarse modos en los que este murió. Y María, y Jorge, los protagonistas de Pomelo y limón y amigos de Clara. En Croquetas y wasaps también conoceremos a los padres de Clara y a su abuelo, un cotilla que no puede evitar soltar un taco en cada frase que dice. El abuelo de Clara es el mejor personaje, sin duda, de esta novela. 

Que levante la mano quien no haya confundido nunca el miedo con el odio, la amistad con el amor, las ganas de querer con el enamoramiento, los nervios con el hambre, el aburrimiento con el sueño, el cariño con la pena...

Esta es una historia muy sencillita, en la que lo más importante e interesante es la relación que une a Clara y a Unai, el problema de Clara, que se obsesiona de Lucas y cómo descubre que hay que apostar por la felicidad, tirarse a la piscina, arriesgarse. También hay algún que otro misterio en un segundo plano: cómo murió, realmente, el padre de Unai; y quién es el autor de unas pintadas muy misteriosas. Divertidísimo este segundo misterio. 

Lo mejor de esta novela es, sin duda, la pluma de Begoña Oro, sus múltiples reflexiones, sus citas. Es un libro de estos en los que habría que ir anotando una a una montones de citas. Me gusta lo que escribe Oro y me gusta cómo lo escribe. Ella sí que es total. No obstante, la historia en sí, como ya he dicho, es muy sencilla y normal, y se centra principalmente en una historia de amor que no llega a buen puerto y en una chica que se obsesiona con un guaperas que no la quiere. A veces se me ha hecho un poco pesada Clara, tan repetitiva, tan empeñada en hacer que Lucas la quiera, tan llorica. Me ha gustado Croquetas y wasaps, pero no me ha fascinado como lo hizo Pomelo y limón, no le he encontrado la fuerza, no me ha enganchado ni me ha hecho querer leer más y más. Hubo, incluso, algún momento en el que hasta me aburrí. 

Croquetas y wasaps destaca, sobre todo, por lo que hay escrito en él y cómo está escrito, vaya, por el trabajo estilístico de su autora; también por uno de sus personajes, especial donde los haya, el abuelo. Es una historia sencillita y tranquila, que se desarrolla sin prisas, muy adolescente, pero con un toque muy especial, a pesar de su ritmo, un poco lento para mi gusto. 

♬ Con la colaboración de SM ♬