Lola y el chico de al lado, Stephanie Perkins

Lola y el chico de al lado, Stephanie Perkins
Traductora: Laura Ibáñez
Editorial: Plataforma Neo
399 páginas

Para la diseñadora de moda en ciernes Lola Nolan, las prendas de ropa más llamativas, más brillantes, más divertidas, más salvajes, siempre son las mejores. A pesar de su estilo extravagante, Lola es una hija ejemplar y una buena amiga, y tiene grandes planes para el futuro. Todo en su vida parece bastante perfecto (incluso su guapísimo novio roquero) hasta que los gemelos Bell se mudan de nuevo a la casa de al lado.

Cricket Bell ha vuelto y quiere arreglar los problemas del pasado. Y Lola deberá reconocer sus verdaderos sentimientos hacia él. 

(Texto extraido de la contracubierta del libro)

A pesar de mis expectativas y de que tenía verdadero pavor a que Un beso en París me decepcionara, el libro me encantó tanto, tanto, tanto que estaba deseando leer Lola y el chico de al lado, aun sabiendo que nada tenía que ver con la historia anterior, solo que Anna y Étienne salían en sus páginas. Había leído muchas opiniones sobre Lola, y casi todas coincidían en que su historia era buena pero nada que ver con la de Anna, y que el personaje no le llegaba ni a la suela de los zapatos a la otra chica. ¡Ja! A la suela de los zapatos y hasta a la corona, porque Lola es el rubí de esta historia, es la luz y la chispa, lo es todo. A veces nos encontramos con novelas buenas que tienen protagonistas muy flojitos, en esta ocasión nos encontramos con una historia que precisamente destaca por su protagonista femenina: Lola, una chica completamente distinta al resto, con un estilo muy peculiar, a quien no le importa lo que digan de ella, que tiene personalidad; pero, además, es un personaje imperfecto, no destaca por su belleza y tiene inseguridades; es real. Me ha encantado Lola por su personalidad, por su estilo y por su situación personal; me ha encantado que Stephanie Perkins haya querido darle dos padres a la chica, y no un padre y una madre, y me ha encantado la dulzura y la normalidad con la que ha tratado este tema. Nathan y Andy, los padres de Lola, son magníficos y son otro de los pilares de esta historia; su relación me ha conmovido y la normalidad con la que Lola lleva este asunto me ha fascinado. El personaje masculino, Cricket, es también digno de mención, por ser la antítesis a todo personaje masculino de novela juvenil: no es guapo, es desgarbado, torpe, es friki y sabe hacer cosas que no se le atribuyen a los hombres por regla general. Cricket es un chico normal, como tu vecino, como tu primo, como tu compañero de clase, y no un superchico de los que tanto les gusta a los escritores de literatura juvenil: ni es guapo en exceso, ni tiene músculos, ni es un machote en la cama, ni es un chico malo. Cricket es... Criket, porque él también rezuma esencia y originalidad.
En cuanto a la historia, puede que no destaque por su originalidad, pero es dulce, tierna y muy romántica. A mí me ha fascinado, me ha tenido pegada a sus páginas con el corazón en un puño y con la respiración agitada. Me ha gustado Lola y el chico de al lado, me ha gustado mucho. Esta lectura me ha regalado unos días maravillosos, leyendo lo que a mí me ha gustado leer siempre: un amor puro y tierno.


Puede que Lola y el chico de al lado no sea una historia sumamente original, puede que su final sea  predecible y que la trama tampoco destaque mucho, pero tiene unos personajes que hacen que esta sea una novela digna de leer, que brille y que se recuerde. A mí me ha hecho soñar despierta.

♬ Con la colaboración de Plataforma Neo ♬