No te escondo nada, Sylvia Day

No te escondo nada, Sylvia Day
Traductora: María Jesús Asensio Tudela
Editorial: Espasa
430 páginas

Eva y Gideon se conocen en la empresa donde ambos trabajan y de la cual, casualmente, él es propietario. Ella trabaja en el departamento de publicidad y él tiene su despacho unos cuantos pisos más arriba. No obstante, ambos se tropiezan en el edificio y Gideon queda autománticamente eclipsado por la chica, tanto que le pide, sin ningún pudor, tener relaciones sexuales. Eva no puede apartarse a ese descarado de la cabeza y una parte de ella quiere arriesgarse con él; Gideon, por su parte, no sabe qué puede ocurrirle ni por qué le ha dado tan fuerte por Eva. No obstante, dos personas tan oscuras como son Eva y Gideon no pueden estar juntos, ambos tienen un pasado tormentoso y una vida difícil, y tener una relación normal sería muy complicado.

No lo niego: no quería leer este libro. ¿Por qué? Muy sencillo: porque me enerva que cuando una novela tenga éxito, salgan copias a puñados poco después. Aborrecí a los vampiros en su momento, empecé a dejar de leer distopías cuando me cansé de verlas en todas partes y ahora me vienen con la erótica. Leí la saga Cincuenta sombras porque era algo nuevo para mí, porque me atraía, porque quería probar el género... pero no me gusta que se aproveche el éxito de la trilogía para sacar otras que son prácticamente iguales. Y eso es No te escondo nada, porque, ¿quién lo va a negar? sí que es una copia. Basta con ver el booktráiler de la novela, cambiar las ciudades y los nombres, y voilà. Sin embaaaaaargo... ahora es cuando tengo que agachar la cabeza y admitir mi error, o al menos a medias. Hice bien en dejar correr el tiempo antes de coger esta novela, pero también hice bien en cogerla. Porque, como leí en una reseña de Dácil en Pasajes románticos, «No te escondo nada es una versión mejorada de Cincuenta sombras», muy mejorada. 

No quiero entrar en semejanzas y diferencias entre las dos novelas, no lo voy a hacer, me he propuesto tan solo hablar de la novela de Sylvia Day y eso es lo que voy a hacer. En No te escondo nada tenemos a dos personajes que se parecen más de lo que creen a simple vista; los dos están atormentados, los dos tienen un pasado oscuro y triste. Él es posesivo, celoso y mandón; pero ella no se queda atrás, pues también es celosa, tiene mucho carácter y le da más de un plantón al sexy e irresistible señor Cross. Son dos personas que difícilmente podrían llegar a complementarse y tener una relación normal, pero que no dejarán de intentarlo un solo segundo. 

La narración es intensa y no hay capítulo que no tenga escenas de sexo. Day lo da todo en esta novela y las páginas están todas impregnadas de pasión y desenfreno. Además, la autora no tiene pelos en la lengua y utiliza un lenguaje claro y directo, soez en la mayoría de las veces, pero adecuado para el tema que trata la novela y las escenas que se desarrollan en ella. 

-¿Te acuestas con alguien? Hizo la pregunta con tanta naturalidad, que me costó un poco procesarla. Inspiré bruscamente. -¿Por qué quiere saberlo? Se quedó mirándome y yo percibí lo mismo que había percibido la primera vez que nos vimos: una fuerza arrolladora y un dominio férreo de sí mismo, atributos que me hicieron dar un involuntario paso atrás. Otra vez. Por lo menos, en esta ocasión no me había caído; estaba progresando. -Porque quiero follar contigo, Eva, y necesito saber si hay algún obstáculo.

Me ha gustado No te escondo nada, me ha gustado más de lo que esperaba y no veo el momento de empezar la segunda parte. Solo tengo un par de pegas: al principio Eva se comporta como una inconsciente. Él quiere sexo y la acosa, ella está un poco asustada y, sin embargo, se encierra con él en su despacho sin pensar en las posibles consecuencias; por otra parte, entramos ya en el tema del hombre dominante... ufff, me desespera que él se ponga celosísimo cada vez que ella hable con un chico y él no pare de flirtear con sus amiguitas. Bueno, y como anécdota, decir que me quedé a cuadros cuando leí que uno de los protagonistas (creo que era Eva) estaba jugando a los Pájaros cabreados en el móvil... ejem, en español el juego se llama Angry birds. Ahí queda.

No te escondo nada ha sido una agradable sorpresa para mí y ha conseguido gustarme más que la anterior saga que había leído del género. Me ha gustado Eva, me ha gustado Gideon, pero, sobre todo, me ha gustado la relación tormentosa que intentan tener, el pasado oscuro de ambos y las ganas que le ponen para seguir adelante. Muy recomendable para todas esas personas que, como yo, se niegan a formar parte de un género que ha llegado a lo más alto por puro márketing.