Aislados, Megan Crewe

Aislados, Megan Crewe
Traductor: Carles Andreu
Editorial: Roca
301 páginas

Un virus se está propagando en la isla en la que vive Kaelyn y su familia. La gente está empezando a contraer una extraña enfermedad: primero son los picores, la tos, los estornudos; posteriormente, la gente se deshinibe, pierde la vergüenza y actúa de forma descontrolada; finalmente, llegan las alucinaciones, los delirios, para acabar todo ello con la muerte. Además, las autoridades han impuesto una cuarentena, nadie podrá salir de la isla y tampoco entrar en ella; cada cierto tiempo un helicóptero llegará con provisiones. El hospital está saturado, los científicos no encuentran una cura y la gente no mejora. Kaelyn no duda a la hora de ofrecerse voluntaria para ayudar, pero la chica también tendrá que enfrentarse a la realidad, y es que tanto ella como sus personas queridas pueden caer enfermos.

Un tanto desapercibida ha pasado esta publicación, ya que la editorial se ha encargado de promocionar con bombo y platillo su gran apuesta para el otoño, otra saga que comienza con un libro titulado La selección, con una cubierta muy bonita, pero una sinopsis que a mí no termina de decirme nada. Yo preferí Aislados.
No sabía qué me encontraría, no había leído ninguna crítica del libro ni me había hecho una idea de qué podría haber dentro de sus páginas más allá de ese virus. Me precipité: decidí que quería leerlo, lo recibí y lo empecé... y, al día siguiente, lo terminé. Si me hubiera parado a pensar un poco habría deducido qué me encontraría en las páginas de esta novela. Se trata de una historia en la que un virus se propaga por una isla y la gente muere. Es de suponer que sería una historia triste, dolorosa. Y así es, pues el pulso de Crewe no tiembla a la hora de cargarse a los habitantes de la isla, incluidos personajes queridos, y ese es un gran acierto, pues lo que no es normal es que en una novela mueran todos excepto los protagonistas, sus familiares y sus amigos... como mucho, muere el perro, que un poquito de pupa va a hacer, pero nada más. No, en Aislados hay muertes, muchas muertes, y algunas van a hacer algo más que pupa.
Kaelyn, la protagonista, nos cuenta la historia: escribe un diario dirigido a Leo, su mejor amigo de la infancia, con quien tuvo una discusión dos años antes y con quien lleva sin hablar desde entonces. Kae va contando el día a día a su amigo, y si tiene algo esta chica es que hace que el lector se enganche a sus palabras. El libro engancha, y los capítulos tan cortos no hacen otra cosa que agilizar la lectura. No obstante, también hay en la narración de la protagonista un aspecto que no ha terminado de convencerme: la falta de expresividad, por decirlo de algún modo. Kae sufre, pero no lo expresa lo suficientemente bien. A la autora le ha faltado transmitirnos esa crueldad de la situación, hacernos temblar, llenarnos los ojos de lágrimas. Es fácil pararse un rato a pensar e imaginar qué es lo que la chica no expresa, y sufrir por lo que a ella le pasa, porque sufrir sufre, pero parece tener una enorme bolsa dentro donde guarda todo el dolor, una bolsa que cierra herméticamente y que no quiere dejar que los demás vean, ni tampoco sus lectores. De vez en cuando hace reflexiones profundas, pero me ha sorprendido su templanza.

Podríamos morir todos. Si nadie encuentra el remedio, el Gobierno nos tendrá aquí hasta que el virus haya infectado a todos los habitantes de la isla. Hasta que salgamos todos gritando a la calle, como el padre de Rachel y la señora Campbell.

Además de Kaelyn, que aunque no es la mejor de los personajes, no está nada mal, está Tessa, la novia de Leo, una chica que pasará un poco desapercibida al principio, pero que se convertirá en un apoyo para Kae; Tessa es fuerte y valiente, no llama mucho la atención, es callada, pero brilla. Tessa es el personaje más interesante de esta historia. A Leo tan solo lo conocemos por las cartas de la protagonista, por lo que ella recuerda de él, y esto no es suficiente como para hacerse una idea clara; no obstante, promete, y tan solo me da miedo que en el próximo libro tengamos un triángulo amoroso, porque Kae está(ba) secretamente enamorada de su mejor amigo. Gav es el chico de la historia y un personaje muy interesante. Tiene sangre en las venas, es humilde, generoso y lo arriesga todo por ayudar. Si hay algo de él que no me ha gustado ha sido lo poco creíble que se me ha hecho que sufra tanto por un amigo y tan poco por sus padres.
Y después de una lectura intensa, que te mantiene con el pulso acelerado y los nervios a flor de piel... ¡menudo final! Un final amargo, pero con rayos de luz; un final increíble, esperanzador; un final que trae promesas; un final que, sencillamente, te deja con la rabia de no tener la continuación cerca.


Aislados es un inicio potente de una saga que tiene los ingredientes perfectos para atrapar a un buen puñado de lectores. Es desgarrador, triste, desesperanzador; pero también es una historia de superación, de madurez y de caridad. Hay mucha verdad en las páginas de esta novela, y da qué pensar. 

♬ Con la colaboración de Roca Editorial ♬