Editorial: Éride Ediciones
432 páginas
Laura McKerrigan-Montero es una chica bostoniana que sueña con viajar a Nueva York y aprender repostería con el afamado Lemoine, maître pâtissier del hotel Taormina. No obstante, su padre es el director de otra importante cadena de hoteles y a este no le haría mucha gracia que su hija se dedicara a hacer pastelitos ni mucho menos que trabajara para la competencia. Por ello, con la excusa de querer mejorar su francés, Laura viaja a Nueva York, sin mencionar a su padre sus verdaderas intenciones. Lo que no sabe Laura es que allí encontrará al hombre que con sus besos la volvió loca tiempo atrás: Kenneth Callahan que, además, es el director del Taormina y, por lo tanto, se convertirá en su jefe.
La primera novela de la autora, Dama de tréboles, me inició en un género que, aunque me atraía, nunca había probado: la romántica adulta. Probé y empecé a adorar este género gracias a Olivia Ardey, así que permitidme que le tenga un poco de cariño a sus publicaciones, permitidme que quiera leerlas todas, toditas, todas. Delicias y secretos en Manhattan la quise antes incluso de saber de qué trataba, pero fue saberlo y quererla un poquito más. Ahora que he degustado otra novela de Ardey, no cejaré en mi empeño de querer leer todo lo que sale de su cabecita.
Delicias y secretos en Manhattan cuenta, en principio, dos historias, aunque después va incluyendo algunas más de un modo muy secundario. Por un lado, tenemos a Laura y Kenneth, los grandes protagonistas, los que conducen la historia principal, la de la niña de papá que quiere liberarse de su progenitor y va a la gran ciudad a cumplir su sueño, y el director del hotel en el que trabaja el mejor repostero del que Laura quiere aprender. Estos dos tienen unos encuentros antes de conocerse formalmente, pero cuando descubren que serán jefe y empleada las cosas se complican un poco. Son dos almas libres que no quieren compromiso o, al menos, en un primer momento. Por otro lado, están Stella y Philip, que protagonizan la historia secundaria. Ella trabaja leyendo a los enfermos en el hospital y es así como lo conoce a él, a Philip, que se encuentra ingresado por una apendicitis, un hombre ciego y antipático, dueño del hotel en el que trabajan Kenneth y Laura. Su historia será un tira y afloja constante, un quiero y no puedo, y es que las condiciones físicas de Philip lo hacen sentirse inseguro a la hora de tener una pareja. No sé cuál de las dos historias me ha gustado más, seguramente si la de Philip y Stella hubiese sido la principal me habría entusiasmado más que la de Laura y Kenneth. En cuanto a las historias secundarias que van apareciendo después no diré nada, solo que Cupido parece estar de buen humor y acertar con sus flechas en la diana.
¡Menuda novela! Sí, tiene sus puntos predecibles, como todas las del género, pero eso no le quita encanto; además, también hay algunas cosillas bastante sorprendentes. El ritmo es quizás lo que le falla un poco, aunque para mí no ha sido un problema; es pausado, paciente, a mí la novela me ha durado un par de semanas, quizás algo más, pero eso me ha permitido saborearla, disfrutarla poco a poco, empaparme de las historias y, ¿qué queréis que os diga? A veces eso sienta estupendamente, y más cuando una está acostumbrada a leer los libros en dos días.
Sí quiero comentar que me parece que en la sinopsis del libro hay un spoiler enorme, un dato que no aparece hasta casi el final de la historia. Lo cierto es que mientras leía, estaba esperando a que sucediera eso y ya empezaba a pensar que no sería así cuando me centré en las, creo recordar, cien últimas páginas y salió.
Delicias y secretos en Manhattan supone una lectura más que agradable y encantadora. Sus personajes tienen carisma, gustan, entusiasman; las diferentes historias que trata son fantásticas, a cuál mejor; el estilo de la autora, de sobresaliente, como siempre. En definitiva: una novela más que recomendable para los amantes del género.
La primera novela de la autora, Dama de tréboles, me inició en un género que, aunque me atraía, nunca había probado: la romántica adulta. Probé y empecé a adorar este género gracias a Olivia Ardey, así que permitidme que le tenga un poco de cariño a sus publicaciones, permitidme que quiera leerlas todas, toditas, todas. Delicias y secretos en Manhattan la quise antes incluso de saber de qué trataba, pero fue saberlo y quererla un poquito más. Ahora que he degustado otra novela de Ardey, no cejaré en mi empeño de querer leer todo lo que sale de su cabecita.
Delicias y secretos en Manhattan cuenta, en principio, dos historias, aunque después va incluyendo algunas más de un modo muy secundario. Por un lado, tenemos a Laura y Kenneth, los grandes protagonistas, los que conducen la historia principal, la de la niña de papá que quiere liberarse de su progenitor y va a la gran ciudad a cumplir su sueño, y el director del hotel en el que trabaja el mejor repostero del que Laura quiere aprender. Estos dos tienen unos encuentros antes de conocerse formalmente, pero cuando descubren que serán jefe y empleada las cosas se complican un poco. Son dos almas libres que no quieren compromiso o, al menos, en un primer momento. Por otro lado, están Stella y Philip, que protagonizan la historia secundaria. Ella trabaja leyendo a los enfermos en el hospital y es así como lo conoce a él, a Philip, que se encuentra ingresado por una apendicitis, un hombre ciego y antipático, dueño del hotel en el que trabajan Kenneth y Laura. Su historia será un tira y afloja constante, un quiero y no puedo, y es que las condiciones físicas de Philip lo hacen sentirse inseguro a la hora de tener una pareja. No sé cuál de las dos historias me ha gustado más, seguramente si la de Philip y Stella hubiese sido la principal me habría entusiasmado más que la de Laura y Kenneth. En cuanto a las historias secundarias que van apareciendo después no diré nada, solo que Cupido parece estar de buen humor y acertar con sus flechas en la diana.
¡Menuda novela! Sí, tiene sus puntos predecibles, como todas las del género, pero eso no le quita encanto; además, también hay algunas cosillas bastante sorprendentes. El ritmo es quizás lo que le falla un poco, aunque para mí no ha sido un problema; es pausado, paciente, a mí la novela me ha durado un par de semanas, quizás algo más, pero eso me ha permitido saborearla, disfrutarla poco a poco, empaparme de las historias y, ¿qué queréis que os diga? A veces eso sienta estupendamente, y más cuando una está acostumbrada a leer los libros en dos días.
Sí quiero comentar que me parece que en la sinopsis del libro hay un spoiler enorme, un dato que no aparece hasta casi el final de la historia. Lo cierto es que mientras leía, estaba esperando a que sucediera eso y ya empezaba a pensar que no sería así cuando me centré en las, creo recordar, cien últimas páginas y salió.
Delicias y secretos en Manhattan supone una lectura más que agradable y encantadora. Sus personajes tienen carisma, gustan, entusiasman; las diferentes historias que trata son fantásticas, a cuál mejor; el estilo de la autora, de sobresaliente, como siempre. En definitiva: una novela más que recomendable para los amantes del género.
♬ Con la colaboración de Éride Ediciones ♬
De Olivia solo he leído Dama de Tréboles y la verdad es que me gustó mucho. Tengo ganas de leer este y ver qué tal está.
ResponderEliminarMe alegro muchísimo de que te haya gustado, Natalia. Y celebro que la hayas leído despacio. Cuando salió publicada y varias lectoras me escribieron diciéndome que la habían leído del tirón y en menos de dos días, me daba un poco de lástima porque creo que es una historia hecha de muchos que para disfrutarla bien hay que hacerlo poco a poco. Un beso enorme, gracias por tus generosas palabras y por estar siempre ahí.
ResponderEliminarLe tengo mucha curiosidad
ResponderEliminarespero poder leerlo
besos
Tengo muchas muchas ganas de leerlo!! y lo tengo por aquí,haber si se cuela en mi próxima aventura..
ResponderEliminarDama de tréboles,me encantó!!
Un besazo!!
No sé porqué pero no me convence nada :/ Y cuando miro todos los que tengo por leer, menos todavía xD
ResponderEliminarGracias por tu reseña, guapa.
¡Un besote!
No he leído nada de Olivia, aunque sé que es una asignatura pendiente que tengo con esta autora. Empezaré por la anterior, por Dama de tréboles.
ResponderEliminarLo tengo pendiente, que me tocó en un concurso, pero le tengo muchas ganas.
ResponderEliminarGracias a tu reseña has conseguido despertar de nuevo mis ganas de leerlo pronto, así que espero que pueda hacerlo en los próximos meses. =)
¡Un besazo guapa!
Me encantó este libro <3.. todas las historias de amor que hay que son todas geniales, pero no sé por qué aunque la pareja protagonista me gustó mucho la secundaria me gustó mucho más jaja. Se lo está leyendo ahora mismo mi madre, y mira que tarda meses en leerse un libro, y ya lleva la mitad en menos de un mes! Yo creo que es un libro para todos la verdad y eso se agradece ^^
ResponderEliminarMe encantó el libro. Fue mi primer acercamiento a Olivia Ardey y quedé encantada.
ResponderEliminarUn beso
Alba: esta autora escribe muy, muy bien. Siempre es una delicia leer sus textos =)
ResponderEliminarLo tengo en la estantería esperando, así que me dejas con ganas.
ResponderEliminarBesotes!!!
A mí me encantó :D Creo que hoy por hoy es una de las mejores escritoras románticas españolas, y eso que no he leído Dama de tréboles :/
ResponderEliminarEs cierto que la pareja principal queda un poco eclipsada por la secundaria, pero me encantaron las dos :D
Un abrazo
oohhh a qué es preciosisiisisisimoo el libroo????
ResponderEliminarA mi me encantó la historia, el amor, las parejas, los personajes, el trabajo en el hotel!!!
Y al igual que tú, no pienso perderme cualquier historia escrita por la autora!!
Un besote grande :D
Me encantó este libro!!! Fue uno de los primeros de romántica adulta que leí y me enamoró por completo!
ResponderEliminarHas hecho que me entren ganas de releerlo y todo xD
Un beso!