Siempre, Maggie Stiefvater

Bueno, bueno... ¿qué pasa con el final de Los lobos de Mercy Falls? mi experiencia con este libro ha sido un tanto especial. No os voy a adelantar nada, tendréis que leer la reseña para saber por qué.

Puede tener spoilers de Temblor y Rastro, las dos partes anteriores.

Siempre, Maggie Stiefvater

Los papeles han cambiado: ahora Grace es una loba y Sam, humano. Él tiene que esperar, ansioso por que pase el invierno y pueda reencontrarse con su novia. Ella ha conseguido adaptarse a su nueva situación y se ha hecho un hueco en la manada, pero el calor llega y, con él, la transformación y el final de la larga espera.

Por otra parte, ha habido una nueva víctima. Una chica ha sido atacada por los lobos y su cadáver, recuperado por los humanos. Tom Culpeper, el padre de Isabel, no se va a quedar de brazos cruzados: primero fue su hijo, y ahora esa pobre chica. Organiza una batida, una cacería: un helicóptero sobrevolará el bosque en el que vive la manada y un tirador los irá matando uno a uno hasta extinguirlos por completo de las inmediaciones de Mercy Falls. Por supuesto, los chicos tienen que evitarlo a toda costa, y Cole buscará hasta dar con un plan.

La vida de los lobos corre peligro y el único capaz de hacer algo es Cole que, con la ayuda de Sam, Grace e Isabel, hará cualquier cosa por salvar a la manada y por salvar a sus amigos.

No existe mejor sabor que la risa de otra persona en tu boca

Tengo sentimientos encontrados con respecto a esta novela y opiniones muy diversas. Esta es una de mis sagas preferidas, no pude resistirme a leer Temblor después de ahogarme en una multitud de reseñas positivísimas. Yo no supe ver tanto, Temblor me gustó, pero para mí no era una novela matrícula de honor. Sin embargo, encontré en ella a Sam, un personaje masculino totalmente distinto a todos los que he conocido. Con Rastro, mi opinión general cambió por completo: esa sí era una novela matrícula de honor, a pesar de que las críticas no habían sido tan benevolentes con esta segunda parte. Ansiaba leer Siempre, necesitaba que Grace se curara, que Sam y ella fueran felices por siempre y que Cole hallara la felicidad. Quería un final maravilloso para una saga increíble. He disfrutado de Siempre, muchísimo, el libro me ha encantado, pero tiene un gravísimo fallo, ese al que todos tenemos cuando leemos el último libro de una saga: un final pésimo. Yo reescribiría los dos últimos capítulos y haría un final totalmente diferente o, sin ser tan drástica, escribiría un par de capítulos más porque, chicos, Siempre no tiene final.

Siempre sigue en la línea de los dos libros anteriores: una historia preciosa con una narración pausada. La historia continúa unos meses después de la transformación de Grace, cuando esta tiene que volver a convertirse en humana y reencontrarse con Sam. Viviremos un momento muy dulce cuando los chicos vuelven a verse. Como ha ocurrido en libros anteriores, en Siempre hay mucha dulzura entre los personajes protagonistas, mucha rutina, mucho amor idílico. En serio, son adorables. Pero también tenemos a dos personajes con mucho carácter: Cole e Isabel, que ponen el punto fuerte de la novela, la chispa, ese elemento para que no te abrumes con tanta perfección. Son ellos cuatro, de nuevo, quienes narran la historia.
El ritmo de Siempre es lento, muy lento. Hasta el final no tenemos un poquito de acción, pero, una vez más, y les pasará lo mismo a los que disfrutaron con las dos partes anterioers, no se hace pesado. Hay mucha descripción, sobre todo de sentimientos. La mente de Sam es tan compleja, que hace que disfrutemos de cada uno de sus pensamientos. La novela tiene un halo de tristeza en todas sus páginas, es una historia triste, porque tiene un personaje triste: Sam. Además, también hay dos personajes atormentados: Cole e Isabel, y es quizás Grace la que pone el punto de cordura a este grupo. 

No sabía qué decir en una conversación de dos minutos, después de dos meses separados. No quería hablar, quería acurrucarme contra él y dormirme. Más que ninguna otra cosa, quería volver a verlo, ver en sus ojos que lo que había pasado entre nosotros había sido real, que no era un desconocido.

Con respecto a estos personajes que ya conocíamos de antes, poco nuevo puedo decir. Sam y Grace son de lo más tierno, comparten un amor difícil de creer, profundo, real, maduro. Sam es un personaje que me encanta, es de mis chicos preferidos, porque por fin tenemos a un chico sensible, inseguro y silencioso. Desborda inseguridad y su corazón está lleno de amor y de bondad. Necesita a Grace, sin ella no puede vivir.

Estaba empezando a desarrollar una teoría sobre Sam y Grace y sobre el hecho de que Sam fuese incapaz de funcionar sin ella: esa clase de amor solo funciona cuando estás seguro de que el otro siempre estará ahí. Si la mitad de la ecuación se va, o muere, o su amor no es del todo perfecto, el conjunto se convierte en la historia más trágica y penosa del mundo, ridícula de puro absurda. En ausencia de Grace, Sam era un chiste sin la gracia final.

Grace es una chica madura, demasiado para su edad. Se desvive por su novio, lo ama con todo su corazón. Es el complemento que le falta a Sam, tiene seguridad en sí misma, se arriesga y toma decisiones y es la felicidad que le falta a su novio. Isabel sigue siendo la chica dura, y, como muy bien definió Rachel, una persona que parece esforzarse por dar una imagen de malvada. No lo es, simplemente está confundida y no ha encontrado la felicidad. Ella y Cole me encantan, en serio. Cole es un chico atormentado, es difícil imaginar que no tenga una relación con Isabel, parecen hechos el uno para el otro. En Siempre conoceremos a un Cole decidido, dispuesto a evolucionar, a dejar el pasado atrás y a dar su vida si es necesario por ayudar a sus amigos y a la manada. También tendremos pinceladas de un Cole tierno.

Mis caderas eran la percusión del bajo. Mis manos sobre Cole eran los gemidos del sintetizador. Mi cuerpo solo era la vibración rítmica de la canción. Mis pensamientos eran fogonazos entre latidos. latido: mi mano en el vientre de Cole latido: nuestras caderas pegadas ladito: la risa de Cole ladito: éramos uno solo.

Por último, tengo que mencionar, otra vez, el final. Es endemoniadamente abierto, no dice nada en claro y será el lector el que se tenga que imaginar qué pasará después y cómo prefiere que termine todo. Me ha faltado información sobre Isabel, sobre Cole, pero sobre todo sobre Grace y Sam. El final de Temblor me dibujó una sonrisa tonta en la cara e hizo que subiera la nota del libro, el de Rastro me dejó mordiéndome las uñas de impaciencia, el de Siempre ha conseguido que le baje la nota al libro. Si no fuera por la nota de la autora al final de la novela en la que dice que ese es el final absoluto de la saga, pensaría (y desearía) que hubiera un cuarto libro con un final de verdad. Me siento decepcionada y confundida, porque el libro me ha encantado, y pienso que se merece un final mejor: ni triste, ni feliz, simplemente un final en el que todo quede atado y bien cerrado.

Siempre es un libro precioso en el que los sentimientos de los personajes se desbordan por todas las páginas. Una historia dulce, digna continuación de sus predecesores, pero con un final decepcionante que te deja mil y una dudas.

Ráting Melódico: 

♬ Gracias a SM por la novela ♬

♬ Reseña de Temblor ♬

♬ Reseña de Rastro ♬ 

 Nota aclaratoria: la nota que le pondría al libro sería un 4,5/5, pero el final ha hecho que le baje un punto. No habría bastado mucho, solo dos o tres páginas más, para que hubiera mantenido la nota que he estado barajando durante toda la lectura y que el último capítulo ha hecho que disminuyera. Y si el final me hubiera gustado, seguramente se hubiera convertido en un 5/5