Un paseo por Edimburgo

¡Holaa!

¿Qué tal? Como os prometí ayer, os voy a dejar una entrada dedicada a mi viaje a Edimburgo. Ya sabéis que no soy muy aficionada a dejar off-topics en el blog, pero como me lo habéis pedido muchas personas no podía deciros que no, así que aquí va una mini crónica (eso sí, breve, para no aburrir) ;)

Me fui a Edimburgo con mi madre, porque a las dos nos apetecía conocer esa ciudad. Yo me quedé con las ganas el año pasado pues, durante mi Erasmus, mis amigos fueron y yo no, y un día vimos un documental en la tele mi madre y yo y nos decidimos a ir. Llegué al hotel sobre las 12 de la noche, así que no pudimos ver mucho, solo el monumento a Escocia que estaba justo delante de donde nos quedábamos, pero al día siguiente empezaron nuestras aventuras.

Monumento a Escocia

El miércoles paseamos por la zona del hotel, vimos bien el monumento a Escocia y la estación de trenes, y ya nos subimos para Royal Mile y dimos un paseo por ahí. A las 11 nos unimos a un tour de unas cuatro horas que nos llevó por los sitios más importantes de la ciudad: el castillo, la catedral St Gilles, el ayuntamiento, el Hogwarts del libro, el cementerio Greyfriars, los jardines de Princess Street, etc. y, además, nos contaron las historias de la ciudad, un montón de anécdotas interesantes que no habríamos averiguado si no fuera por el tour. Después de tantas horas andando y de comer nos fuimos a descansar al hotel, pero por la noche teníamos previsto asistir al tour de los fantasmas que organiza la misma agencia. 

Castillo

No es ningún secreto que soy una miedica, y la verdad es que no lo pasé muy bien en este tour... fue a las 9.30 de la noche y fuimos al cementerio Calton, a Calton Hill y pasamos por un montón de lugares tenebrosos mientras nos contaban todas las historias de fantasmas, brujas, caníbales y asesinos de Edimburgo. No exagero cuando digo que esa noche me costó dormir por culpa de un personaje enterrado en el cementerio Greyfriars del que nos contaron cosas espantosas.

Ruinas griegas en Calton Hill

Al día siguiente nos pateamos la ciudad de nuevo. Fuimos de nuevo al castillo, a la catedral para poder verla por dentro, al museo nacional, al palacio de Holyroodhouse, a Calton Hill y, por la tarde, nos recorrimos toda la parte nueva de la ciudad (New Town).

Holyrood Park

El tercer día ya nos quedaba poco qué hacer, así que nos dedicamos a pasear y hacer compras, porque a las 2 ya nos tuvimos que ir al aeropuerto para volver a casita.

En definitiva, ha sido un viaje estupendo a una ciudad que me ha enamorado. Esos edificios tan altos y negros, con ese aspecto tan siniestro, me ha encantado. Eso sí, por la mañana, porque por la noche da un poquito de miedo, y después de escuchar todas las historias que escuché, tengo claro que yo en Edimburgo no viviría... ¡qué miedo! ¿Sabéis que fue la primera ciudad en obtener una cátedra de parapsicología? Por algo será, ¿no?
Solo me he quedado con las ganas de ver los lagos, pero bueno, así tengo una excusa para volver ^_^