Frío, Laurie Halse Anderson

Este es uno de los libros que os enseñaré en mi próximo IMM, y es que fue un regalo de mi madre por mi santo que fue hace poco. No era un libro al que tuviera muchas ganas, pero en mi ciudad las librerías son más bien cutres y no hay mucho dónde elegir, así que este (junto con otro que también enseñaré en el próximo IMM) se vino a casa conmigo.

Frío, Laurie Halse Anderson

No debo comer. No debo comer. No debo comer.

No debo comer. No debo comer. No debo comer.

Lia tiene dieciocho años y una obsesión por contar las calorías de todo lo que come. Se repite una y otra vez que no puede comer y cuando la obligan a hacerlo, se pasa el día/tarde/noche haciendo ejercicio hasta quemar todas esas calorías de más. Pesa 47 kilos, 45, 43, 40... y su objetivo cambia con cada kilo que pierde: 37 kilos, 33, 27, 20... Cuando tenían doce años, Cassie, su mejor amiga, y ella hicieron un juramento: ser las chicas más delgadas del instituto. Cassie ha perdido la batalla y ahora se le aparece constantemente a Lia, porque quiere llevársela consigo y así no estar sola.

Frío es una historia dura y real. La anorexia es un tema serio y, por desgracia, muchos adolescentes la padecen. Lo desgarrador de esta novela es la crudeza con la que se narra la historia. Nunca he tenido un familiar o amigo con trastornos alimenticios, pero puedo creerme todo lo que el libro cuenta de una forma tan realista.

Lia lleva la cuenta de todas las calorías que ingiere, conoce bien los mordiscos que debe pegar a un alimento, sabe todos los trucos para hacer creer a sus padres que come y les engaña a la hora de pesarse. Además, Lia tiene una vocecita interior que la obliga a no comer y otra que la tienta.

::Estúpida/fea/estúpida/zorra/estúpida/gorda estúpida/niña/estúpida/fracasada/estúpida/perdida::

También se autolesiona haciéndose cortes para que el miedo, el dolor, la ira, la tristeza salgan por ahí.

Por si todo esto fuera poco, cuando su mejor amiga (con la que llevaba meses sin hablar) muere, se le aparece. Al principio, en sueños; luego, en cualquier momento.

Lia vive con su padre, Jennifer (su madrastra) y Emma, la hija de Jennifer, a la que adora con todo su corazón. No se lleva bien con su madre, por el simple hecho de que ha hecho lo imposible por que su niña se recupere. 

Cuando era una niña de verdad, mi madre me alimentaba con sus sueños de cristal, una cucharada cada cierto tiempo. Harvard, Yale, Princeton, Duke, Bachillerato, Universidad de Medicina. Prácticas, residencia, Dios. Me había cepillado el pelo y lo había trenzado con palabras largas, entretejiendo las raíces latinas y las ramas griegas en mi cerebro para que, en un futuro, memorizar la anatomía fuera más sencillo.

Vuelvo a repetirlo: la historia es DURÍSIMA. Supongo que para alguien que haya sufrido esta enfermedad, más aún. He disfrutado cada página, cada párrafo, cada frase. La forma de escribir de la autora es mágica. El libro está lleno de metáforas, de comparaciones, de belleza en cada palabra.

Cuando paseábamos por nuestro caminito de galletas de jengibre hacia el bosque, nos cogíamos de la mano y la sangre goteaba entre nuestros dedos. Bailábamos con brujas y besábamos a monstruos. Nos convertimos en chicas de hielo, y cuando ella intentaba marcharse, la arrastraba hacia la nieve porque tenía miedo a estar sola.

Me ha encantado. Me ha emocionado. Me ha hecho llorar. He leído libros muy buenos en todo lo que lleva de verano, pero este ha sido el mejor por el momento. Lo más curioso es que ni siquiera era un libro que me llamara demasiado la atención. Me lo regaló mi madre y escogí este porque en la librería no había mucho dónde elegir. ¡Menos mal! porque si no, no lo habría leído. Ni siquiera lo tenía apuntado en mi lista de libros que quiero.

Solo puedo ponerle una pega y, además, aunque sea una tontería, me ha fastidiado: el título del libro. Puedo entender que cambien los títulos al traducir los libros porque en la lengua origen puede sonar genial pero no en la lengua meta, pero ¿tan mal sonaría "Chicas de hielo"? El libro se titula Wintergirls, lo que en realidad sería Chicas de invierno (vale, ése no suena tan bien), pero si durante toda la novela Wintergirls ha sido traducido como Chicas de hielo, ¿por qué no lo han hecho también en el título? Frío me gusta, pero, a mi modo de ver, ese título no dice nada de la novela, no tiene nada que ver con la historia. Chicas de hielo, por el contrario, es, simplemente perfecto y precioso.

Pero bueno, aparte de esto, recomiendo esta novela al 100%

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