Contra el viento del norte, Daniel Glattauer

Aunque estuviera inmersa en Cazadores de Sombras, una noche de insomnio hizo que agarrara este libro y que no lo pudiera soltar. Gracias a toda esa campaña de "hay que leer Contra el viento del norte" porque si no fuera por el BOOM que ha tenido el libro en la blogosfera, no lo habría leído.

Contra el viento del norte, Daniel Glattauer

Con qué pocas palabras puede desatarse la pasión

15 de enero Asunto: Baja Querría anular mi suscripción. ¿Es posible hacerlo por esta vía? Un cordial saludo, E. Rothner 18 días después Asunto: Baja Quiero anular mi suscripción. ¿Es posible por correo electrónico? Les ruego me envíen una breve respuesta. Un cordial saludo, E. Rothner 33 días después Asunto: Baja Distinguidos señores de la editorial Like:  Si la finalidad de su existencia en pasar por alto mis intentos de retirar una suscripción es vender más números de su producto, cuya calidad no cesa por desgracia de bajar, lamento comunicarles que no pienso seguir pagando. Un cordial saludo, E. Rothner

Así comienza la historia de Emmi Rothner y Leo Leike, dos desconocidos que se conocen vía correo electrónico por un error de Emmi al escribir la dirección de una editorial de la que quiere darse de baja. Leo le avisa del error, pero nueve meses después, Emmi envía un correo colectivo felicitando la Navidad y la dirección de Leo se cuela entre los destinatarios. De esa forma, Emmi y Leo, Leo y Emmi, comienzan un "juego" de preguntas y respuestas, de e-mails tontos, e-mails sarcásticos, un tira y afloja que, sin quererlo, acabará siendo esencial e imprescindible para ambos. Poco a poco, la idea de conocerse en persona va surgiendo pero por unas razones u otras, va posponiéndose.

¿Y si toda esa magia del anonimato desaparece una vez que se vean?

Emmi, Emmi, Emmi... ¡qué maravillosa historia me has hecho vivir! He disfrutado estos e-mails tanto como si yo misma fuera uno de los destinatarios. ¡Oh Leo! Qué fantastico eres, Leo.
Por más que medito, no encuentro palabras para describir cómo ha sido mi relación con este libro. Tengo Contra el viento del norte exactamente desde el 27 de julio, esperando paciente (pero con cierto recelo cada vez que cogía un libro que no era él) su turno. Aún no lo era, pero una noche de puro y desesperante insomnio hizo que apartara Cazadores de sombras (lo que estaba leyendo) y diera una oportunidad a esta singular novela plagada de e-mails. Es así como una noche cualquiera, a la 1 de la mañana abrí Contra el viento del norte y no lo cerré hasta las 6, cuando ya había devorado casi la totalidad del libro. El ansia pudo conmigo y a la mañana siguiente terminé de leerlo. Por suerte, los cazadores de sombras ni siquiera se dieron cuenta de mi pequeña traición sin maldad, pues la historia de Emmi y Leo ha durado un suspiro y, si no fuera porque sé que NO la olvidaré, quizás lo habría confundido con un sueño.

Creo que, dicho lo dicho, sobra añadir que me ha encantado. Me ha tenido pegada a sus letras sin poder levantar la mirada: otro email; venga, otro más; uno más y ya está; bueno, ya termino el capítulo; uf, tengo que leer otro capítulo más que no veas cómo va, etc, etc, etc.
Tengo que confesar que los primeros e-mails me dejaron un poco fría y pensé: Uf, creo que no me va a gustar tanto, pero pasado el primer capítulo  mi idea cambió, por suerte.

Los personajes me han gustado mucho: Emmi me ha resultado una mujer muy espontánea. Me he reído con ella aunque, en ocasiones (y bastantes ocasiones) me ha resultado irritante y egoísta. Leo, sin embargo, me ha parecido todo dulzura. Es un personaje que ha evolucionado mucho a lo largo de la novela: ha pasado de ser un tío cortante, serio, demasiado correcto a mostrarse vulnerable y pasional. Leo, Leo, Leo... qué lindo se ponía cada vez que se emborrachaba....

Escríbeme, Emmi. Escribir es como besar, pero sin labios. Escribir es besar con la mente. Emmi, Emmi, Emmi.

Sobra recomendar esta novela, pues hay montones de recomendaciones por la blogosfera, pero bueno, ahí va una más. A mí me ha gustado, a pesar de que los libros que son un diario, cartas o similares  me aburren. Este está formado por e-mails, pero al contrario de aburrirme, me ha tenido enganchada a la historia. Es muy fácil de leer y si bien a ti no sé si lo hará, a mí me ha conquistado, me ha llegado al  ♥.
Pero (siempre los hay) algo ha hecho que le baje un poco la puntuación. Seguro que los que han leído el libro ya lo habrán adivinado. Sí, ese final. He deseado tirar el libro a la basura después de leer el final, he deseado pegar un bocao a cierta personita, y es que yo, a veces, también muerdo.
Habrá que esperar a que salga Cada siete olas, la continuación de Contra el viento del norte, que, aunque tengo ganas de leerlo, me causa cierto temor, ya que tengo miedo de que una segunda parte estropee esta historia idealizada que guardo en mi mente.

Ráting Melódico: 

 

Únete a la página de Facebook de la novela pinchando aquí.