Temblor, Maggie Stiefvater

Después de meses deseando tener este libro en mis manos, admirar su edición, conocer a Sam... Después de que mis expectativas aumentaran con cada reseña nueva que leía, esta vez me toca a mí opinar.

Temblor, Maggie Stiefvater

Aunque no lo suelo hacer, no puedo escribir la reseña de esta novela sin antes poner la sinopsis, que viene en el libro que, a mi modo de ver, es absolutamente PRECIOSA.

Cuando el amor te hace temblar en otoño, es mejor que el invierno no llegue nunca: las primeras nevadas pueden arrebatarte a quien más deseas.

Hace años, Grace estuvo a punto de morir devorada por una manada de lobos. Inexplicablemente, uno de ellos, un lobo de intensos ojos amarillos, la salvó.

Desde entonces, todos los inviernos Grace se asoma al bosque y, desde la distancia, lobo y chica se observan. Cuando llega el calor, la manada desaparece y, con ella, "su" lobo.

Pero este año, Grace deseará que el invierno no llegue y que el otoño dure para siempre.

Ha conocido a un chico; se llama Sam. Es un tipo normal, salvo por sus ojos. Son de un extraño color amarillo.

Grace tiene una extraña obsesión con la manada de lobos que vive en el bosque de al lado de su casa. Especialmente con uno. Un lobo de ojos amarillos que la salvó hace seis años cuando estaba siendo atacada por los otros lobos. Desde este ataque, Grace y el lobo se observan en silencio.

Sin contar el ataque a Grace, los lobos nunca habían resultado peligrosos, hasta que un día matan a Jack Culpeper, un chico que estudia en el mismo instituto que Grace y, a partir de ese momento, el principal objetivo del padre del chico será matar a los lobos. En una partida de caza, el lobo de ojos amarillos resulta gravemente herido y, para la sorpresa de Grace, se convierte en un chico desgarbado, de pelo oscuro y con los mismos ojos amarillos: Sam. 

A partir de ese momento, todo será amor y dulzura entre Sam y Grace, que llevan observándose durante años y que ahora tendrán la oportunidad de conocerse en persona. Pero ambos saben que cuando llegue el invierno, todo quedará aparcado... quizás para siempre.

Sam extendió el brazo y, dejándome llevar por un impulso, posé una mano en su palma. Con una sonrisa avergonzada y culpable, él se llevó mi mano a la nariz y la olisqueó un par de veces. Su sonrisa se ensanchó, aunque seguía siendo tímida. Estaba adorable; al pensarlo, el aliento se me atascó en algún lugar de la garganta.

Los capítulos son, en su mayoría, cortos, y están narrados por Sam o por Grace, en primera persona. Los capítulos de Grace están adornados con hojas y los de Sam con ramitas.
Como ya he dicho antes, mis expectativas estaban muy altas con este libro, ya que todo el mundo hablaba maravillas de él... y bueno, aunque el libro me ha gustado mucho, tengo que decir que esperaba más.

Tenía ya ganas de leer una novela romántica, las tenía muy aparcadas durante estos últimos meses, y tenía muchas ganas de disfrutar de este género. En ese aspecto, Temblor no me ha defraudado: amor hay, y bastante. Aunque he de decir que el amor que se respira no es ese que me dibuja la sonrisa en la cara. Desde un principio, Sam y Grace están juntos. No hace falta enamorar a nadie, no hace falta currárselo, no existe ese proceso con el que tantas veces pienso: "Venga, lánzate ya, bésala..." Sam y Grace ya han superado ese proceso con las miradas que se lanzaban chica y lobo. Se han esperado durante seis años, así que en cuanto se conocen en persona, se besan y se dedican a dormir todas las noches juntos y a instalar una rutina. Su relación es la de una pareja que, efectivamente, lleva ya unos cuantos años de relación a sus espaldas. Pero eso no quiere decir que la relación no me haya gustado, y es que esta pareja tiene a su favor a Sam, que es un ENCANTO. Es dulce, tierno, sensible... y si la relación de amor de la historia no hace suspirar, lo hará él.

Las hojas secas, de un tono apagado entre el naranja y el pardo, se agitaban en las ramas con el viento, a la espera de que una ráfaga las arrastrara hasta el suelo. Así era Sam: pasajero. Una hoja de verano que se aferraba con todas sus fuerzas a una rama desnuda.

Grace me ha caído muy bien también, ya que es una chica fuerte, responsable e independiente. Sus padres pasan de ella, y eso la ha ayudado a madurar a una edad muy temprana. Es ella la que se ocupa de la casa, de cocinar y de su propia seguridad. 

Estos dos personajes hacen que la novela valga mucho más la pena. También conoceremos a algunos miembros de la manada y a las amigas de Grace. Otro personaje que me ha gustado mucho, a pesar de que no sale físicamente en muchas ocasiones, es Beck, el jefe de la manada cuando sus miembros son humanos.

El ritmo quizás se haga un poco lento, ya que muchas de las páginas del libro narran la rutina que Grace y Sam han creado, una rutina que consiste en hacer todos los días lo mismo. No hay mucha acción, aunque no la he echado de menos. Ya lo he dicho, tenía ganas de leer AMOR... así que no esperaba más que eso. Sin embargo, se plantean una serie de interrogantes que se irán resolviendo a lo largo de la novela: ¿Qué ha pasado con el cuerpo de Jack Culpelper? ¿Por qué Grace no se convierte en lobo si éstos la mordieron cuando la atacaron? Y, sobre todo, todo lo relacionado con Sam, su vida como lobo y su vida antes de convertirse en un miembro más de la manada.

¿Lo mejor de la novela? Sin duda, ÉL, SAM, el lobo/chico de ojos amarillos. Todo él es puro sentimiento, ternura, dulzura.

... Y ese final, que ha conseguido dibujarme esa sonrisa imborrable en los labios que durante toda la historia he esperado que aparezca. Ese final que me ha hecho terminar la historia con un gran OHHHHH... ♥♥♥

Tengo que decir, además, que el libro lo terminé una mañana y estuve toooooooda la tarde pensando en la historia, y deseando que se hubiera alargado más. Me he encariñado de Sam, me encariñado de Grace, y los voy a echar de menos... Aunque, hay una segunda parte, Rastro, sale a la venta en septiembre, ¡bien! 

Ráting Melódico: 

Gracias a SM por el envío de la novela